Entrevistamos a Enrique Pérez, profesor en una escuela pública de Zaragoza y firme convencido de que es el alumnado y no el salario “lo que te hace dar más de lo que se te pide”.
¿Por qué eres maestro?
Ya desde niño me gustaba ayudar a mis dos hermanas en las tareas escolares. Así que no resultó extraño que a los catorce años tuviera bien claro lo de ser profesor. Ayudar a las personas era, y sigue siendo, muy importante para mí.
¿Qué materias impartes?
Mi vida profesional me ha llevado de la Geografía e Historia de los otrora EGB y BUP, a las matemáticas, lengua, science y arts de la actualidad. Como ves, aunque soy un apasionado de la historia, lo que realmente me gusta es enseñar.
Eres miembro de la asociación ‘Mejora tu Escuela Pública’ y promotor de los premios Magister, ¿son apuestas por la educación pública?
Sí, pertenezco a la junta directiva de ‘Mejora tu Escuela Pública-Aragón’ desde hace tres años. Me enganchó su idea positiva de mejorar la educación pública desde lo que está en las manos del profesorado, no desde las políticas educativas de tal o cual gobierno; de la ayuda en la formación de las familias y del profesorado; del reconocimiento social de éste para visualizar el gran trabajo que desempeñan la inmensa mayoría de mis colegas, y que materializamos en los premios Magister.
Deseo que la red pública crezca, pero desde la mejora de sus profesionales
¿Son compatibles, deben coexistir educación pública y privada/concertada?
Fuera de opiniones políticas, el hecho es que en el artículo 27 de nuestra constitución el Estado garantiza el derecho de todos a la educación, reconoce la libertad de creación de centros docentes y la obligación de ayudarles. Estos tres sumandos justifican la existencia de los centros concertados porque, de lo contrario, sólo las personas con dinero podrían acceder en libertad a una educación de acuerdo con sus criterios.
La educación de nuestros alumnos es un derecho que pertenece a sus familias, y la red pública o la red privada tan sólo son colaboradores. Además, creo que los monopolios, del tipo que sea, no ayudan a la mejora de nada.
Yo deseo que la red pública siga creciendo, pero haciéndolo desde la mejora continua de sus profesionales y de las familias que la han elegido, y no poniendo palos en la rueda de la concertada. Y es que para que seamos más, debemos ser mejores.
¿Qué ingredientes no deben faltar en la buena práctica de un profesor?
No debe faltar ni la exigencia para conseguir una enseñanza de calidad; ni el humor que acerca a los demás; ni la comprensión que reconoce las fortalezas y debilidades de nuestros alumnos; ni la ilusión que nos hace enamorarnos de todo lo que hacemos.
¿Qué historias / anécdotas te han marcado en tu vida profesional?
Como maestro intentas ser un buen ejemplo para tus alumnos, pero te das cuenta que ellos te influyen como persona más de lo que te hubieras imaginado. Aunque es imposible caer bien a todos, el que te saluden cariñosamente antiguos alumnos, que cuenten contigo para resolver un problema personal, o que te echen un piropo educativo es algo que llega al corazón. Y es todo esto, no el salario, lo que te hace dar más de lo que se te pide.
¿Qué opinas de la Religión en la escuela?
Educamos a la persona entera: su parte cognitiva (matemáticas, lengua…), física (E.Física) y su parte que transciende a la materia, es decir, espiritual (música, arts y religión). Por tanto, el conocimiento religioso no se puede obviar. Hacer lo contrario sólo se entendería desde postulados políticos, no educativos. Me podrían convencer para que la religión se diera en las parroquias, pero sólo desde el postulado educativo de no educar a la persona entera. La consecuencia sería que la educación física se debería dar en los centros deportivos, la música en los conservatorios, y la plástica en las academias de arte.
