La comunidad de MM. Carmelitas del Monasterio de San José de Maluenda y toda la Diócesis de Tarazona está de enhorabuena por la profesión solemne de la Hna. Fátima María del Niño Jesús.
En la Solemnidad de San José, celebrada ayer lunes 20 de marzo, el obispo de Tarazona, Mons. Vicente Rebollo Mozos, presidió la celebración en la que la Hna. Fátima hizo profesión solemne de los votos perpetuos de pobreza, castidad y obediencia. En una eucaristía llena de signos como el velo, el hábito, el crucifijo, la regla y la corona que nos hablan de desposorios y entrega fiel y generosa al Señor, la profesa pronunció su consagración perpetua a Jesucristo.
La Santa Misa destacó por su carácter de acción de gracias y fue concelebrada por un nutrido grupo de sacerdotes. En la celebración participaron bienhechores, amigos del Monasterio, vecinos de Maluenda y de pueblos cercanos que quisieron acompañar a la comunidad que acoge para siempre a una hermana más.
El obispo destacó la importancia del testimonio que significa en estos tiempos la consagración para siempre al Señor, y que debe de servir para motivar a otros jóvenes a seguir este camino de vocación contemplativa. Las monjas -dijo- son un don para la Iglesia y, en particular para nuestra Diócesis de Tarazona, ya que día a día rezan por cada una de nuestras necesidades. Las monjas de clausura son el pulmón de oración para la Iglesia y la sociedad, piedras vivas que hay que conservar, prosiguió. D. Vicente invitó a la Hna. Fátima a tener como ejemplo a Santa Teresita del Niño Jesús, a ser como ella, a sentir el amor en el corazón de la Iglesia. Asimismo, pidio la intercesión de San José para que, como patrono de la Iglesia, interceda por el Monasterio de Maluenda que lleva su nombre y lo bendiga con abundantes y santas vocaciones.
Además de la profesión solemne de la Hna. Fátima entró como postulante y con la bendición de D. Vicente, la Hna. Lourdes.