La Hermandad del Santo Cristo de la Agonía y Nuestra Madre Dolorosa y la Cofradía del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad de Barbastro presentaron conjuntamente, el pasado día 23 de noviembre, los nuevos mantos de sus imágenes titulares, la Virgen de los Dolores y la Virgen de la Soledad, respectivamente. En el acto, que albergó la Catedral de Barbastro y contó con la presencia del maestro bordador, Antonio Villar, el obispo de Barbastro-Monzón bendijo las prendas y a los asistentes.
«Que los mantos, como revestimiento exterior, sean un reflejo de la bondad y misericordia que habitan en lo más profundo del corazón de nuestra Madre», afirmó don Ángel. El obispo cerró su intervención con la saeta Vestir a la Madre, inspiración para «seguir el ejemplo de nuestra Madre, siempre dispuesta a servir, a entregar y a acompañar con generosidad y amor a cada uno de los hijos del Alto Aragón».
Las secciones de instrumentos de ambas cofradías abrieron la celebración, que estuvo solemnizada por la Coral Barbitanya, y en la que intervinieron el hermando mayor de la Hermandad, Mariano Rodríguez, y el presidente de la cofradía, Jorge Belloc, para dar las gracias a cuantos han contribuido a conservar e incrementar el patrimonio cofrade. Su autor material, muy emocionado, tuvo también palabras de gratitud por el encargo de un trabajo como «homenaje a la Madre de Dios» y que desgranó, resaltando la labor artesana y devota en doble dirección: recuperar el manto de la Dolorosa y crear el de la Soledad.
Ya en la recta final, los tambores y cornetas de la Hermandad hicieron sonar el Himno a San José de Calasanz, dando paso a una oración conjunta a la Virgen María, como guía en la vida, y a la interpretación de la Salve Dolorosa por Barbitanya.
Conservar y enriquecer
La Hermandad del Santo Cristo de la Agonía y Nuestra Madre Dolorosa encargó hace dos años a Antonio Villar la restauración del traje de la Virgen de los Dolores , un año después, acometió la misma actuación en el manto, que tras el paso de los años marcaba un notable y visible deterioro en las telas que hacía necesaria su urgente restauración o reposición. La Junta de Gobierno de la Hermandad realizó esta tarea con la ayuda del maestro bordador cordobés, que se encargó de mantener en el nuevo vestuario sus diseños ornamentales originales, preservando con ello su historia. En el manto, igualmente, se respetó y mantuvo su estructura ornamental, realizándose todo en terciopelo negro con bordado de hilo de oro. A su vez,Villar ejecutó la estructura diseñada para soportar el manto y darle así el esplendor que se merece tan maravillosa obra.
Por su parte, la Cofradía del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad acometió también hace dos años el cambio de la imagen de la Virgen de la Soledad, magnífica talla realizada por el escultor de Lucena Francisco Javier López del Espino y que sustituía a la antigua imagen adquirida en 1974. A su vez, la cofradía contactó el artista cordobés, que diseño un vestido nuevo, y que junto con la talla fueron bendecidos el pasado mes de febrero. Igualmente, este año se encargó la realización del manto nuevo que lucirá Nuestra Señora de la Soledad, con un nuevo diseño realizado también sobre terciopelo negro y bordado en hilo de oro.
Para ambas imágenes, Antonio Villar ha realizado otros dos vestidos que sin duda alguna enriquecen el patrimonio artístico de las dos cofradías. Son ropajes menos vistosos, pero que sí realzan la belleza de las imágenes y suponen una novedad en el quehacer de las camareras de ambas cofradías.
El maestro bordador artífice de estas obras es licenciado en Bellas Artes y dirige un taller de costura en la ciudad de Córdoba dónde presume de haber realizado más de 500 obras y ser vestidor de más de 100 imágenes en todos los cambios litúrgicos del año. En 2018 se le concedió el premio Ciudadano Europeo de las Artes por la Real Academia de Artes Suntuarias, en reconocimiento a su trayectoria artística.