El Viacrucis de la Inmaculada celebra este año su 25 aniversario. Corría el año 1994, cuando a D. Cirilo Ortín, párroco por aquel entonces de la Inmaculada -la parroquia más joven de Tarazona- se le ocurrió realizar un acto propio para Semana Santa, que se identificara con esta pequeña iglesia y que fuera eminentemente religioso . Para ello recurrió a los confirmandos de aquel año que, enseguida, quisieron colaborar. Y surgió la idea de celebrar un Viacrucis, con alguna parte representada, que se llevaría a cabo el Viernes Santo por las calles del barrio.
El primero de estos Viacrucis se realizó el 1 de abril de 1994 y en él tomaron parte los chicos y chicas que se confirmarían ese año. «Aún a día de hoy» -recuerda D. Cirilo- «se recuerda esa primera vez en la que participaron unas 150 personas porque la gente se emocionó mucho e, incluso, lloró con algo tan sencillo como lo que hicimos aquel primer año».
Para D. Cirilo era muy importante que el Viacrucis no se quedara en un acto al que la gente simplemente fuera «a ver, a mirar», sino que todo aquel que asistiera tuviera muy claro que era un evento religioso, de culto, en el que había que participar plenamente, había que «entrar en la celebración». Por eso, durante los tres primeros años se realizó un acto muy sencillo e íntimo al que se le fueron añadiendo pequeños detalles como la túnica de Cristo, o los hábitos y vestidos de la Virgen, del Cirineo, las dos Marías y la Verónica.
Al tercer año se incorporó en la organización la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, cuya sede social se encuentra en el Barrio de la Inmaculada. Su participación consiste en los toques de cornetas y tambores que tienen lugar en determinados momentos del Viacrucis, como el de la muerte de Cristo, emulando los truenos que, según se relata en el Evangelio, empezaron en ese instante. Y desde la fundación de la Cofradía de la Resurrección del Señor en 2006, cuya sede canónica y social se encuentra en la Parroquia de la Inmaculada, esta joven hermandad también toma parte en la organización del Viacrucis que, en alguna de sus ediciones, ha llegado a contar con un millar de personas. Precisamente, fue a raíz del Viacrucis cuando nació la idea de la creación de una nueva cofradía cuya sede canónica y social estuviera en la Parroquia de la Inmaculada ya que era la única de Tarazona que no contaba con hermandad.
A lo largo de estos 25 años de historia, el Viacrucis de la Inmaculada ha ido añadiendo escenas y detalles que hacen más real la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, pero, como indica Juan Carlos Alejaldre, Hermano Mayor de la Cofradía de la Resurrección del Señor, «siempre con el máximo respeto porque es un acto religioso, que requiere seriedad y se busca la implicación total de los asistentes».
«El Viacrucis no se puede perder y para ello es necesario que sigamos contando con gente que se implique», comenta José Luis Lasheras, Hermano Mayor de la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, quien añade que el área de Cultura del Ayuntamiento de Tarazona, la Policía Local y la Comarca también colaboran.
Y aunque a veces resulte complicado encontrar voluntarios que tomen parte de la escenificación y que en alguna ocasión el tiempo no haya acompañado, en estos 25 años no se ha suspendido nunca.
Como cada año, desde hace 25, el Viacrucis de la Inmaculada tendrá lugar el día de Viernes Santo a las 12 del mediodía.