San José y la Vocación Sacerdotal: Celebración y Testimonio de los Seminaristas
Como cada 19 de marzo, la Iglesia ha celebrado con gozo la solemnidad de San José, patrono de los padres, de la Iglesia universal, de la buena muerte y de los seminaristas. En esta festividad, dirigimos nuestra mirada al futuro de la Iglesia, a aquellos que, respondiendo a la llamada de Dios, se preparan para el sacerdocio.
Según datos de la Conferencia Episcopal Española, en nuestro país hay 1.036 seminaristas. En el programa Ecclesia al Día, han tenido el testimonio de Luis Sierra, seminarista de Zaragoza, quien será ordenado diácono en apenas tres semanas. Con ilusión y confianza en Dios, comparte sus sentimientos ante este paso decisivo en su vida: «Como es natural, estoy un poquito nervioso, pero también con mucha paz en el Señor y en la Virgen del Pilar».
Luis también relató cómo descubrió su vocación: «El camino que ha querido hacer el Señor con mi vida me lo ha ido mostrando desde pequeño, aunque fue mientras estudiaba la carrera de periodismo cuando lo acabé de ver claro». Y con una certeza firme, afirmó: «Desde que supe que el Señor me llamaba al sacerdocio, he experimentado una paz profunda que nunca me ha abandonado». En su reflexión sobre la vocación, destacó su belleza y profundidad: «La vocación es una maravilla y un misterio; es un camino concreto de servicio según la llamada de Dios».
En la archidiócesis de Zaragoza, la alegría se multiplica, pues los seminaristas Ignacio Álvarez, Luis Sierra, David Calvo y Giovanny González serán ordenados diáconos el próximo domingo 6 de abril a las 17:00 h. en la Catedral Basílica del Pilar, en una celebración presidida por el arzobispo don Carlos. Esta ordenación es un motivo de esperanza para la Iglesia y un llamado a todos los fieles a orar por estos nuevos ministros del Evangelio.
Pidamos al Señor que fortalezca su vocación, que les conceda la gracia de perseverar con fidelidad en su misión y que sus vidas sean un reflejo del amor de Cristo. Oremos también para que el Señor suscite nuevas vocaciones sacerdotales, religiosas, laicales y misioneras, para el bien de toda la Iglesia y la salvación del mundo.
