El jurado del IV Premio Comunicar con Valores, presidido por el arzobispo de Zaragoza, Vicente Jiménez Zamora, ha concedido este galardón al fotoperiodista Gervasio Sánchez (Córdoba, 1959), por su “ejemplar” trayectoria profesional, en la que “con una mirada rigurosa, humilde, honesta y comprometida ha puesto voz y rostro a miles de víctimas indefensas, poniendo en riesgo su propia vida”.
El fallo, que se ha dado a conocer en la celebración de san Francisco de Sales, patrono de periodistas y comunicadores, destaca que el seguimiento de Gervasio Sánchez a sus trabajos resulta “difícil de encontrar en el sector”, ya que vuelve al lugar de los acontecimientos incluso varias décadas después. Además, el jurado valora su defensa del Periodismo como “un oficio al servicio del bien común” y la “maestría” con la que ha sabido adaptarse a la revolución digital.
Alicia Gómez, mención especial a título póstumo
La resolución recoge también un reconocimiento a la periodista de RTVE Alicia Gómez Montano, fallecida en Madrid el pasado 18 de enero. Doctora en Ciencias de la Información, Gómez Montano fue presentadora de Informe Semanal (2004-2012) y, desde 2008, editora de Igualdad de Televisión Española, asumiendo el “objetivo de garantizar la igualdad entre hombres y mujeres, tanto en contenidos como en presencia activa”.
Los integrantes del jurado, presidido un año más por monseñor Jiménez Zamora, han sido Mikel Iturbe, director de Heraldo de Aragón; Teresa Azcona, directora de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión (CART); Ana Orúe, directora de COPE Aragón; Mariola Conde, gerente de DIRCOM Aragón; María Gómez, coordinadora de Periodismo en la Universidad de Zaragoza; Jorge Miguel Rodríguez, director del grado de Periodismo de la Universidad San Jorge; y José María Albalad, director de la Oficina de Comunicación de la Iglesia en Aragón (Oficia).
Al servicio de la dignidad humana
El premio Comunicar con Valores es un galardón otorgado por la Archidiócesis de Zaragoza a profesionales de la comunicación que, en cualquier de sus modalidades, encarnan tres principios: el servicio a la dignidad de las personas y los derechos humanos; el compromiso ético, por encima de intereses políticos, económicos o ideológicos; la defensa, bien explícita o mediante el testimonio, de los valores evangélicos. Los premiados en las ediciones anteriores han sido Rosa María Calaf, José Antonio Zarzalejos y Juan Manuel Cotelo.