Con una eucaristía de envío cargada de recogimiento y esperanza, el Congreso de Vocaciones ha puesto el punto y final este mediodía, dejando en sus participantes un mensaje profundo de unidad, fe y misión renovada. Durante el fin de semana, el evento ha reunido a fieles de todas las diócesis españolas con el propósito de reflexionar sobre la vocación y el compromiso con la Iglesia.
La misa de clausura se ha convertido en un espacio de profunda espiritualidad, en el que los asistentes han reafirmado su compromiso con la misión eclesial. La eucaristía de envío simboliza no solo el cierre de esta experiencia, sino el inicio de un camino de servicio enraizado en los valores cristianos.
Los organizadores del Congreso Vocacional han destacado la importancia de este encuentro para fortalecer la identidad y misión de la Iglesia en el mundo actual. «Este evento nos recuerda que cada uno de nosotros tiene una vocación y un llamado a servir desde el amor y la entrega», señalaron.
Con este mensaje de esperanza y compromiso, los participantes se han despedido llevando consigo el eco de una llamada que resuena más allá de las paredes del congreso: vivir con fidelidad la misión de la Iglesia y ser testimonio de unidad en la sociedad.
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