El Centro de Escucha San Camilo pronto será una realidad en Zaragoza

El pasado 20 de septiembre en «El espejo de la Iglesia en Aragón» pudimos entrevistar a José Carlos Bermejo, director del Centro de Escucha San Camilo de Madrid, ya que próximamente se va a implementar en Zaragoza. De hecho, la presentación de este Centro en nuestra Archidiócesis va a tener lugar, de la mano de la Pastoral de la Salud, el próximo 30 de septiembre a las 19.00 h. en la Casa de la Iglesia (pl. la Seo, 6). incluimos un enlace al audio de la entrevista y a continuación, una transcripción de la misma.

José Carlos, cuéntanos cuál es el fin, cuál es el propósito de este Centro de escucha.
En el año 1977, en Madrid, nació un programa, un servicio de la mano de los religiosos camilos, yo soy religioso camilo, con la intención de atender a las personas que se sienten solas, que están sufriendo, en particular, a quien ha perdido un ser querido. Así que hicimos un lugar entrañable, pusimos un teléfono y creamos una metodología, que es la metodología del acompañamiento basada en la psicología humanista. Las personas llaman, piden cita y un voluntario especializado, formado en Counselling, en relación de ayuda, le recibe y así en una sesión de una hora hasta 20 sesiones. Es decir, es un modo de acompañar a las personas que sufren y que o no tienen recursos para pedirlos de otra manera, quizás de pago, porque son servicios gratuitos, o bien, encuentran aquí una metodología que también está inspirada en los valores propios de nuestra tradición cristiana. Esto se ha extendido, y ahora hay 40 centros de escucha en España, y qué buena noticia, que nazca uno en Zaragoza.

Ciertamente, y se presentará en la Casa de la Iglesia el lunes 30 a las 19.00 horas. José Carlos, además, este servicio, que ya es importantísimo, no sé si también realizáis algún otro tipo de programa o curso para formar a escuchadores, o qué otros servicios ofrecéis desde el Centro de escucha.
Desde el Centro de escucha, que es una parte del Centro de humanización de la salud, nosotros acompañamos a muchas personas en procesos de especializarse en Counselling, en intervención en duelo, también quien quiere ser director de residencias, tenemos un programa para ellos, en cuidados paliativos para acompañar al final de la vida, profesionalmente y para acompañarles familiarmente. Y también somos líderes en la formación especializada en pastoral de la Salud, son muchos años de asistencia del Centro San Camilo, del Centro de humanización de la salud, y hay programas que son así para participar en un fin de semana, en varios días, y otros que comportan dos años en la sede del centro en tres cantos en Madrid.

¿Cuáles dirías que son las claves para hacer un proceso de escucha que conecte efectivo y humanista?
Sin duda nosotros nos inspiramos en el modelo humanista de Counselling para el que las claves son algunas actitudes y algunas técnicas. Las actitudes son hablar de tres, la empatía, la autenticidad y la aceptación incondicional, es decir, escuchar con el radar encendido para comprender bien los sentimientos, los significados de la persona que habla, y que narra ,que se libera, porque está sufriendo y busca una forma de consuelo y una forma de luz, no juicio, no juzgamos, aceptamos positivamente, buscamos la parte positiva de las personas sin condenar, se puede decir todo con mucha confianza, y el que escucha se muestra él mismo, es decir, no es un aparato, no es un robot, sino que es una persona que sanador herido, que se encuentra con otra persona. Luego, las técnicas nos entrenamos en ellas, aprenderá a hacer silencio, a utilizar los recursos que nos permiten mostrar atentos, y estar presencia plena, aprender a responder, verbal y no verbalmente, aprender a personalizar y confrontar, en su caso, persuadir, motivar, para que la persona haga algo, y no solo se conforme con liberar la narrativa del malestar y del sufrir, que ya es mucho, ciertamente.

¿Cómo se pone en marcha este proceso de escucha?
Hay una cierta profesionalidad en el modo de hacerlo. Quien está sufriendo busca este recurso, lo encuentra en algunas de las ciudades donde está, a veces también se hace online para facilitar el encuentro, la accesibilidad. No es solo un encuentro, digamos, en el que uno habla, grita, se desahoga, sino que es un compromiso por explorar, para que la persona en una secuencia de encuentros, hasta veinte como máximo, la persona se libere, narre, identifique lo que le hace sufrir, dónde están las causas, pero también, consiguen encontrar dónde tienen los recursos, recursos internos, externos, cognitivos, emocionales, espirituales, relacionales, valóricos, para que el que está mal y es escuchado, se sienta comprometido y motivado, no solo para contar lo que le pasa, sino para llegar a concretar qué quiere que le pase con lo que le pasa, ¿no? ¿Qué se quiere comprometer? ¿Hacia dónde quiere ir? Para que esta escucha, realmente, sea eficaz un compromiso de buscar qué hacer y qué cambiar para vivir mejor, con menos sufrimiento, en particular, con ese sufrimiento evitable, porque hay otras sufrimientos que también son inevitables, que están en forma parte de nuestra condición humana.

Que importante, además, esta servicio, ahora que tanta soledad, y que necesitamos ese corazón que nos escuche, y nos ayude a sanar todo lo que se pueda sanar. Además, ahora, como bien decías, es así se va a presentar, también hay plantación de este centro en nuestra archidiócesis. ¿De qué manera les estáis acompañando en este proceso?
Bueno, en el nacimiento de los 40 centros que han surgido repartidos por la geografía española y otros cuantos por América Latina, bueno, y también en Oriente. Bueno, es un proyecto nuevo, creativo, que genera ese buen contagio que invita a que nazcan otros en otros lugares. Nosotros lo que hacemos es acompañar a definir que consiste este servicio, acompañamos a formar a los escuchas, los llamamos así, los counsellors, las personas especialistas, que con mucha frecuencia ya tienen su carrera y tienen expertise en acompañar de diferentes maneras, pero nos entrenamos en el modelo propio del Centro de humanización de la salud y les supervisamos los que están para arrancar o han arrancado ya, y funcionan, nos encontramos, periódicamente, para que alguien desde fuera supervise cómo se está acompañando. Porque también con la relación, si no hubiera un cierto control, una cierta supervisión, se puede hacer daño a las personas, en particular, cuando vienen muy vulnerables, que nos viven personas que están tan mal, tan mal, que, por ejemplo, se les ha muerto un hijo por suicidio, pues, efectivamente, hay que ser competente en el manejo de estas situaciones, o un niño, que era su hermanito, que ha muerto y entonces las situaciones son muy complejas, y hay mucha calidad en la comunicación en la relación.

Qué bien, qué bien explicado, qué ganas de ver esta la presentación de este centro en Zaragoza, en la Casa de la Iglesia, en el Salón de Actos, el 30 de septiembre, lunes a las 7 de la tarde. Muchísimas gracias José Carlos por contarnos, y ayudarnos a comprender esta realidad, que pronto además, va a ser nuestra.