El cardenal Américo Aguiar preside la fiesta de la Virgen del Pilar

José Antonio Calvo
6 de octubre de 2023

Recién creado cardenal, el obispo electo de Setúbal, Américo Manuel Alves Aguiar (Leça do Balio, Oporto, 1973), presidirá la misa estacional del próximo 12 de octubre en la catedral basílica de Nuestra Señora del Pilar. Periodista y teólogo de formación, presidió la Fundación JMJ Lisboa 2023 encargada de preparar el encuentro mundial de jóvenes con el papa Francisco del pasado agosto.

No es extraño que la misa estacional del día de la Virgen del Pilar sea presidida por alguna personalidad relevante de la Iglesia en España o en el mundo. Cardenales, arzobispos y obispos, tanto de tierras de misión, como de la curia romana, han participado en una fiesta que tiene un alcance internacional y no solo a nivel turístico, sino sobre todo en el de la evangelización.

Con frecuencia asociamos el día 12 de octubre con el Descubrimiento de América, y es así, pero su celebración tiene un contexto más amplio, el de la Hispanidad, todos aquellos países hermanos que han recibido la fe de los misioneros españoles y hoy la comparten con nosotros. Hablar de Hispanidad es hablar de Filipinas, de Guinea Ecuatorial y de todos los países de Hispanoamérica.

En Zaragoza

Las fiestas de la Virgen empiezan propiamente el día 3 de octubre con la novena. En esta ocasión, con el tema ‘Reina, Madre y Consuelo’, los obispos de Teruel y Albarracín y de Tarazona, los responsables del Seminario Metropolitano y del Creta, rectores de las basílicas y miembros de Cabildo son los encargados de presidir las celebraciones y pronunciar la homilía en una celebración cuidada y entrañable.

La víspera del Pilar y último día de la novena, los actos comienzan a las 19.30 horas. Tras la misa, la procesión conocida como ‘Claustro Magno’ se encamina hasta la Santa Capilla para cantar la Salve de Eslava y el popular himno a la Santísima Virgen del Pilar. La emoción se palpa: ha comenzado el día de su fiesta y esta es la primera felicitación de sus hijos devotos.

El día del Pilar es un bullir de personas. Desde la madrugadora ‘Misa de Infantes’, a las 4.30 horas, y el Rosario de la Aurora, la ofrenda de flores en el interior y el exterior del Pilar es una constante en la que se entremezclan las muestras de devoción popular y el culto litúrgico. La misa estacional se celebra a las 12.00 horas y, a continuación, la procesión por la plaza.

El día de después también aúna dos celebraciones muy populares: por la mañana, la ofrenda de frutos a la Virgen, con un marcado carácter solidario; y por la tarde, el Rosario de Cristal, llamado por los poetas “la vía láctea mariana” por el esplendor de la luz en el atardecer zaragozano. Sin lugar a dudas, los actos religiosos del Pilar son parte de la esencia aragonesa. 

En números

El Pilar es uno de los edificios más visitados de España, unos seis millones de visitantes al año lo avalan. El día de la Virgen, la previsión es de más de doscientas mil personas. Números que se suman a los de las fechas aledañas en las que el Pilar está a rebosar y a las de una JMJ que ha dejado la visita de más de treinta mil jóvenes del mundo.

Además, la celebración principal podrá seguirse a través de 13 TV y de Radio María, lo que supone grandes audiencias para estos medios a los que agradecemos su difusión de la misa del Pilar. En las redes sociales, en concreto en You Tube, la cuenta @Pilaristasdelmundo ofrece contenido diario y deja testimonio directo de las expresiones de fervor pilarista.

Luz y devoción mariana

El Rosario de Cristal vuelve a las calles de Zaragoza

El Rosario de Cristal es la forma de referirse al grandioso rosario general que desde 1890 recorre las calles de Zaragoza en la tarde del día posterior a la festividad del Pilar. Hace algunos años, se buscó acomodo a estos faroles y carrozas tan monumentales en la iglesia del Sagrado Corazón de la plaza de San Pedro Nolasco, actual museo del Rosario de Cristal. Desde allí partirá, a las 19.00 horas del 13 de octubre.

El Rosario de Cristal consta de muchos faroles que representan distintos momentos de esta devoción: la cruz del rosario; los quince misterios gozosos, dolorosos y gloriosos, a los que se les añadió otro farol monumental con los luminosos; padrenuestros, avemarías, glorias y las letanías; además de otras carrozas conmemorativas, cerrando con la de la Hispanidad.

El Rosario de Cristal trasciende Zaragoza y son muchos los grupos parroquiales y cofradías que acuden desde localidades grandes, pequeñas y muy pequeñas de las seis diócesis aragonesas. En la noche, el desfile de tantos faroles de forma variada y de cristales policromados, junto con los estandartes y los trajes regionales, produce un efecto fantástico y una impresión imborrable.

Otros rosarios de cristal

Aunque el Rosario de Cristal de Zaragoza es con probabilidad el más grandioso, en otros lugares de la geografía aragonesa también hay expresiones semejantes: Ateca, Borja, Híjar, Perdiguera, Tauste. El de Calatayud, que se celebra el 8 de septiembre, es el más antiguo de Aragón y está compuesto por doscientos faroles, procesionando desde la Colegiata de Santa María la Mayor.

En Teruel, el año pasado se recuperaron y restauraron algunos de los faroles de su rosario de cristal, acompañando a la Virgen del Rosario con motivo de su festividad, por las calles de los barrios del Carrel y del Arrabal. Tanto la imagen de la Virgen como los faroles son portados por mujeres. Fuera de Aragón, en Vitoria también se celebra un rosario de faroles desde 1885.

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