El día de san Marcos, el santuario de la Virgen de Chalamera se llenó otro año más de fieles del Bajo Cinca para venerar a la Virgen.
Tras la procesión, saliendo de la parroquia por el camino interior hasta la ermita tuvo lugar la bendición de los términos del Bajo Cinca dando la vuelta al santuario. La misa solemne presidida por el sacerdote, Rafael Carrasquer, y animada por el coro parroquial, estuvo seguida con un impresionante silencio que dio paso a la tradicional bendición de las tortas y su reparto a todos los que se acercaron a venerar la imagen de la Virgen, mientras el se escuchaba el canto de los gozos que puso fin a la celebración.
El domingo se volvió a celebrar la misa llenándose de nuevo el santuario, depositando cirios y flores a la Virgen como señal de cariño de todos los pueblos del Bajo Cinca. El santuario ha permanecido abierto todos los días.