D. Vicente Jiménez Zamora anima a que se eleven oraciones a Dios y agradece la «labor tan ingente que está haciendo la comunidad sanitaria». Asimismo, recuerda que «los sacerdotes están a disposición de los enfermos y también para pedir por el eterno descanso de quienes fallecen». El arzobispo de Zaragoza, D. Vicente Jiménez Zamora, ha abogado este jueves por rezar y «pedir la ayuda del Señor en esta situación grave» generada por el coronavirus, al igual que «nuestros antepasados han acudido en situaciones difíciles al remedio del Señor» y, como dice el refrán, «a Dios rogando y con el mazo dando», es decir, «medicina y ciencia, pero también la fe y oración».
«Como arzobispo, quiero que se eleven en las iglesias, en las parroquias, oraciones al Señor» para que «pronto nos veamos liberados de esta epidemia», ha subrayado monseñor Jiménez Zamora. Por otra parte, ha agradecido «la labor tan ingente que está haciendo la comunidad sanitaria, médicos, enfermeros y enfermeras y voluntarios, que es enorme».
En declaraciones concedidas a los medios de comunicación instantes antes de entregar el IV Premio Comunicar con Valores, el arzobispo de Zaragoza ha señalado que «los sacerdotes están a disposición de los enfermos que están en sus casas y también para pedir por el eterno descanso de quienes fallecen».
Virgen del Pilar
En relación a las recomendaciones adoptadas, como que las muestras de devoción y afecto hacia las imágenes se sustituyan por otras como la inclinación o la reverencia, evitando el contacto físico con ellas, D. Vicente Jiménez ha explicado que ya transmitió al resto de miembros de la Conferencia Episcopal Española que, en Aragón, «vamos a ver a la Virgen y rezamos con la mirada, mucha gente está sentada en los bancos, no abre los labios, pero está mirando a la Virgen, contemplando, que es una forma de rezar», algo que ha dicho que también se puede hacer con los pasos y otras imágenes.