Alma Mater Museum convierte el arte en recurso terapéutico

José María Albalad
17 de agosto de 2017

Una apuesta por la cultura inclusiva y accesible. Así podría definirse ‘Resiliarte’, el proyecto –pionero en España– que Alma Mater Museum lanzó el pasado 9 de junio apoyándose en la resiliencia, también conocida como la capacidad de una persona de superar circunstancias traumáticas, y en la arteterapia, disciplina que conjuga arte y psicología para facilitar la expresión y transformación de contenidos internos durante el proceso creativo.

De esta forma, el arzobispado de Zaragoza refuerza, a través de Alma Mater, su compromiso con las personas, especialmente con las más necesitadas. Y es que el nuevo programa, testado ya con varias experiencias piloto que han dejado resultados “sobresalientes”, fomenta la equidad y una cultura accesible e inclusiva para colectivos con dificultades físicas, psíquicas o sociales, además de servir como recurso terapéutico.

De esta forma, el arzobispado de Zaragoza refuerza, a través de Alma Mater, su compromiso con las personas, especialmente con las más necesitadas.

Apuesta innovadora

Entre las iniciativas desarrolladas, se encuentra la efectuada con la comunidad residencial ‘Entaban’, de la Fundación Centro Solidaridad Zaragoza – Proyecto Hombre, que acoge a drogodependientes. En este caso, explica Pilar Muniesa, responsable técnico del Alma Mater Museum, las obras del museo han servido para explicar hechos históricos que supusieron conflictos, y después los terapeutas han efectuado con ellos una reflexión personal, lo que “les ayuda a comprender que lo que les ocurre es algo humano, que se encuentra dentro de la normalidad”.

Al servicio de las personas

En este sentido, el director de Proyecto Hombre, Jesús Sánchez, asegura que estas actividades “son tremendamente positivas porque los participantes comprueban cómo un espacio cultural es un lugar abierto y accesible para ellos”. Además, añade Sánchez, “se sienten protagonistas”, algo que ayuda a las personas “a salir de su situación de dependencia”.

En el caso de los niños con autismo, se han adaptado algunas de las actividades infantiles del museo a estos menores que tienen dificultades para captar los mensajes verbales. En concreto, según Muniesa, se trabaja con pictogramas y se hace una recreación con guiñoles, lo que permite captar su atención. Asimismo, se ha trabajado con pacientes del Hospital San Juan de Dios que han sufrido un ictus, quienes ejercitan la psicomotricidad, la memoria, el habla y el cálculo.

Primer aniversario

El museo Alma Mater conmemora así su primer aniversario, algo que para el ecónomo diocesano, Ernesto Meléndez, muestra el compromiso de la Iglesia por transformar la sociedad: “Se trata de dar nuevas oportunidades a personas que habitualmente no las tienen, mediante un museo abierto al mundo, con capacidad transformadora y, lo más importante, al servicio de las personas”.

En junio del año pasado, el anterior Museo Diocesano de Zaragoza cambió de nombre y con él arrancó una nueva etapa. Porque Alma Mater Museum forma parte de una idea mayor: Alma Mater como marca que da nombre a todo un proyecto cultural. En palabras de Meléndez, “la novedad no radica en la acción cultural dinámica que la Iglesia siempre ha hecho y seguirá realizando, sino en que bajo el paraguas de un nombre, de una marca, el arzobispado de Zaragoza lidera toda esa acción cultural”.

Hoy ya son realidad Alma Mater Museum, Alma Mater Patrimonio, Alma Mater Identidad, Alma Mater Música y Alma Mater Resiliarte. Y otras se sumarán en un futuro cercano, como Alma Mater Teatro y Alma Mater Tours.

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