Dos jóvenes de la Diócesis de Barbastro-Monzón, Lucía Gamisel y Carlos Loncán, han participado en el Encuentro Presinodal Together, que se ha celebrado este fin de semana, organizado por la Secretaría del Sínodo para la Sinodalidad y coordinado por la Comunidad Ecuménica de Taizé. Como ellos, medio millar de españoles se ha sumado a esta iniciativa ecuménica de oración presidida por el papa Francisco, en presencia del Patriarca Ecuménico Bartolomé, del Arzobispo de Canterbury Justin Welby y de muchos otros líderes de la Iglesia. Lucía y Carlos se integraron en un grupo de 23 jóvenes llegados de diferentes partes de España, en una pequeña parroquia a una hora de Roma, pero ya en el viaje de ida compartieron vuelo y crearon lazos con jóvenes de Aragón y Cataluña.
Apunta Carlos Loncán a lo «inesperado» de la experiencia tanto por «la acogida de las familias y las parroquias, que fue extraordinariamente buena» como por «el ambiente que se creó en las casas de las familias como luego en las actividades de la parroquia». Pero sobre todo destaca «la alabanza en San Juan de Letrán, que fue fue maravillosa, pues toda la toda la Basílica llena de de jóvenes de distintas confesiones, alabando juntos… el camino que se hizo hasta hasta la Plaza de San Pedro y luego ya la vigilia con presencia del Papa y de pues casi todos los líderes religiosos de concesiones cristianas. Para mí fue sorprendente ver al mundo cristiano unido en una misma oración con una misma intención, pues da mucha, mucha esperanza de que un día realmente pues podamos estar todos juntos trabajando por el Reino de Dios y por el amor de Dios que, al final, es el objetivo«.
Para la barbastrense Lucía Gamisel «ha sido muy especial. Haber convivido estos días allí con más jóvenes y las personas que nos han acogido en sus casas ha hecho que la experiencia sea aún más gratificante.» Del programa resalta que el sábado tuvieron «la gran oportunidad de ver al Papa en la Plaza de San Pedro y escuchar como viven la religión desde distintos contextos eclesiales y de continentes distintos, coros y música de todo el mundo». Por eso no duda en mostrar su agradecimiento por «haber tenido la oportunidad de disfrutar de estos días que siempre formarán parte de mi fe y de mi.»