Día de Hispanoamérica: ‘Con María, unidos en la tribulación’

Rocío Álvarez
8 de marzo de 2021

«Creatividad y audacia» son las dos características que mejor definen a los «misioneros que anuncian a Jesucristo en aquellos lugares donde el Evangelio no ha sido suficiente anunciado o acogido». Así lo ha destacado el cardenal Ouellet, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, en su mensaje por el Día de Hispoanoamérica que se celebra el 7 de marzo.

Se trata de una celebración promovida desde hace más de 60 años por la Conferencia Episcopal Española que, según Ouellet, «constituye un momento de profunda acción de gracias por los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que se encuentran en el continente americano. Es también momento de oración para que el Señor suscite nuevas vocaciones misioneras».

Actualmente, hay 178 sacerdotes de la Obra para la Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA) en América Latina, tres de los cuales pertenecen a la diócesis de Zaragoza. A ellos, junto al resto de misioneros (religiosos y laicos) se les recuerda en esta jornada; además se invita a colaborar económicamente, de hecho, gracias a estas ayudas el año pasado se recaudaron 55.594, 20 euros. 

El lema, mariano

‘Unidos bajo el manto de María’ es el lema de este año por varios motivos. El primero, tal y como explica el cardenal Ouellet, porque «ella es la misionera que se acerca a nosotros para acompañarnos por la vida» y el segundo porque es la «experiencia de fe viva del pueblo de Dios latinoamericano, maravillosamente expresada a través de la rica religiosidad popular y mariana, en sus distintas advocaciones nacionales y locales. Como Nuestra Señora de Guadalupe, primera dicípula y gran misionera de nuestros pueblos».

Dos ejemplos de misión

Francisca y José son dos religiosos misioneros que trabajan como tantos otros en diferentes misiones de Latinoamérica. La hermana Francisca trabaja con los niños del Hogar Gladys (Perú) donde acoge a madres que por distintas circunstancias se encuentran solas y así reciben acogida, formación para ellas y sus hijos. Por su parte, el misionero y hermano corazonista José María Bernad atiende la comunidad quichua en Tena (Ecuador) a la que visita remontando las aguas del río en canoa.

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