Daniel Brotons, de ACG de la Diócesis de Tarazona: «Creedme y estad tranquilos, hay esperanza»

Diócesis de Tarazona
13 de febrero de 2025

Soy Daniel Brotons Grima, de Calatayud y tengo 31 años. Soy responsable del Sector de Infancia de Acción Católica General de la Diócesis de Tarazona, catequista de confirmación en la Parroquia de San Juan El Real, miembro del Consejo Diocesano de Pastoral en representación de los jóvenes de mi arciprestazgo y secretario del Consejo Arciprestal de Calatayud.

La Iglesia española es joven, alegre, enérgica, comprometida incluso moderna, lo que pasa es que, por la realidad de nuestra diócesis, no lo vemos, no lo sentimos… Es gracias a estos eventos que nos damos cuenta de que formamos parte de algo grandioso que es imparable. Creedme y estad tranquilos, hay esperanza.

¿Para quién soy? En el congreso de vocaciones 2025 todo giraba entorno a esta pregunta tan ambiciosa en tiempos de un individualismo radical. Y es que Dios tiene un plan para cada uno de nosotros, solo tenemos que escucharlo y ponernos en sus manos.

Me voy de este congreso con algunas ideas claras:

  1. Es imposible encontrar la vocación sin hablarlo con Dios. Orar es un ejercicio de conversación con el Padre y el diálogo conlleva hablar y sobre todo escuchar.
  1. El ritmo de la vida dificulta este diálogo con Dios, pero un proceso de discernimiento conlleva irremediablemente parar, ponerte ante Él y preguntarle ¿Qué quieres de mí?
  1. Es fundamental aprender a diferenciar entre lo que nosotros queremos y aquello a lo que Dios nos está llamando.
  1. Es crucial fomentar esta pausa en las catequesis de comunión y sobre todo confirmación, enseñar a orar y orientar a niñ@s y adolescentes en la vocación.
  1. La vocación da el sentido a nuestra vida y encauza nuestra misión en el mundo que no es otra que llevar a Jesús a todos con nuestro testimonio diario de vida.

Ha sido un fin de semana muy intenso y enriquecedor. Doy gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de vivirlo, y hacerlo junto a fantásticas personas: Vicente, Miguel Antonio, Javier, Iván, Jaime, Toño, Jacobo, Pilar, Javier, Ion, Manuel y César. Por la valentía de tanta gente que, en cada taller, se abría de par en par contando su testimonio vocacional. Solo nos queda transmitir lo aprendido a toda la diócesis y ponernos a trabajar.

Os invito a parar y preguntaros: ¿Para quién soy? ¿Qué quieres de mí?

Creedme y estad tranquilos, hay esperanza.

 

 

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