Como cada 6 de enero, la Diócesis de Tarazona celebra el Día de la Misión Diocesana en Cochabamba con el objetivo de recordarnos a todos cuál es la labor de la diócesis en ese país y lo que se ha conseguido hasta ahora. Los sacerdotes trabajan allí, don Vicente Patzán, don Iván Rodas -recién llegado prácticamente-y don Florián Cuenca, que acaba de regresar después de cuatro años, nos cuentan todo lo que se hace en esta parte de Bolivia y cuál es la situación del país andino.
Florián Cuenca, Vicente Patzán e Iván Rodas
En primer lugar, damos gracias a Dios por este año pasado y porque Florián se vuelve definitivamente a España. Ahora contamos con la presencia de Iván que ya está en Cochabamba y que, a la llamada de Dios, ha dado una respuesta positiva.
A partir de ahora va a ejercer su ministerio en nuestra Misión de la parroquia de Santa Mónica en Cochabamba. La Misión de nuestra diócesis en Cochabamba va a continuar como hasta ahora. Dios lo quiere y nosotros nos alegramos y agradecemos profundamente.
Bolivia está pasando por una situación social, política y económica muy difícil. Se percibe un futuro incierto que se puede agravar ante nuevas elecciones previstas para el 2025.
NUESTRA AYUDA, FUNDAMENTAL
Como ocurre siempre, son los pobres los que salen más perjudicados. Seguramente ha aumentado el número de pobres y los que ya lo eran están en una situación más vulnerable. Muchas familias de los niños y niñas que acuden a las guarderías y al comedor no tienen trabajo formal y hacen pequeñas cosillas que solo les da para malvivir cada día.
Son bastantes los que nos piden ayuda económica porque casi no tienen para comer y, aunque no les damos dinero, mejoramos su situación ofreciéndoles la posibilidad de que sus hijos vayan a la guardería o al comedor. A muchas de las familias no conseguimos ayudarles, ya que no llegamos a todas. Sin embargo, podemos dar gracias a Dios por que, con el apoyo que recibimos de la Diócesis de Tarazona, es decir, con la generosidad de todos los que colaboran económicamente y con la oración, podemos aliviar cualitativamente la situación social de bastantes familias los que acuden y se benefician de los servicios de guarderías y comedor.
Estamos muy agradecidos también a la Fundación Lavilla Montón de Calatayud, de la cual recibimos un 80 por ciento de apoyo para las dos guarderías y el comedor. Sin la Fundación Lavilla Montón, sería muy difícil ayudar a los niños y niñas beneficiados.
Con nuestra cercanía y presencia apoyamos a los colegios de Ntra. Sra. del Pilar, Santa María de los Andes, Santiago, Santa Mónica, San Marcelino y el Instituto Tecnológico llamado también Ntra. Sra. del Pilar. Como ya saben están atendidos y administrados por los hermanos Maristas.
Con la ayuda económica de la Fundación Cristo Vive ofrecemos cursos de capacitación en corte y confección y gastronomía y gracias a ellos hemos abierto un centro de día para ancianos que viven solos.
Una señora cochabambina, que reside en Estados Unidos, también nos ha prestado una ayuda económica con la que hemos abierto un pequeño comedor para doce ancianos sin el cual difícilmente pueden alimentarse adecuadamente.
En la parroquia, atendiendo estos servicios señalados arriba, seguimos tratando de vivir la tarea misionera con la ayuda inestimable de las hermanas de la Caridad de Santa Ana, hermanas del Amor de Dios, hermanas de San José de Tréveris, hermanos Maristas, diácono permanente y demás agentes de pastoral laicos, necesarios e imprescindibles para una pastoral realmente evangelizadora. Es, también, muy importante apreciar la labor del Consejo de Pastoral parroquial que se reúne mensualmente para orientar y dinamizar la pastoral parroquial. Tratamos de que en este consejo se trabaje de manera sinodal tomando conciencia de la corresponsabilidad de todos sus miembros.
GRUPOS DE PASTORAL
Estos son los grupos pastorales que tenemos en la parroquia de Santa Mónica. El principal es el Consejo parroquial, un grupo grande, de treinta personas formado por el representante de cada grupo pastoral.
La parroquia cuenta con cinco capillas: la principal: Santa Mónica, capilla Nuestra Señora del Pilar, Capilla Santa Ana, Capilla Santiago y Capilla San Juan Pablo II. En las cuatro primeras capillas contamos con grupos de catequistas, grupos de coro.
Acción social (Cáritas). En la parroquia tenemos dos grupos grandes de voluntarios (el grupo de Santa Mónica y el grupo de la capilla Nuestra Señora del Pilar) para atender a las personas necesitadas, personas que no tienen para poder comprar cualquier medicamento, personas abandonadas, personas mal tratadas, y especialmente las personas de la tercera edad, por ahora estamos atendiendo aproximadamente 120 adultos mayores.
Los catequistas. La parroquia cuenta con treinta jóvenes catequistas. Un buen número que, a pesar de todo, no es suficiente para atender a todos los niños, adolescentes y jóvenes.
Un grupo juvenil. Cada domingo tienen su encuentro o charla y se dedican a acompañar a otros jóvenes, ayudan a los necesitados con actividades que ellos mismos realizan y participan en las actividades parroquiales.
Monaguillos. Son niños y adolescentes. En cuatro de las capillas hay grupos de monaguillos.
Contamos con un pequeño grupo que se dedican a acompañar a los matrimonios, parejas en dificultades.
Tenemos también dos grupos en la parroquia que se dedican a orar con la Biblia. Se forman desde la Palabra para poder acompañar a las demás personas.
Esto un poco el resumen de todo lo que tenemos y realizamos en la parroquia de Santa Mónica.
GRACIAS, FLORIÁN
Cuando lean esta carta D. Florián estará ya con vosotros, en España. Le damos infinitamente gracias a Dios y a D. Florián Cuenca Arrizabalaga por su entrega y servicio a la misión en Cochabamba, gracias por decir sí a la misión en unos momentos difíciles. De parte de muchísimas personas de la parroquia de Santa Mónica, del consejo parroquial queremos agradecer su misión su amor y entrega proque ha compartido con nosotros su cariño sabiduría y entrega al Evangelio, de las tres comunidades religiosas: Hermanas del Amor de Dios, hermanas de la Caridad de Santa Ana, Hermanas de San José de Tréveris y de parte de la comunidad de los Hermanos Maristas, administradores de los colegios, ¡¡¡muchísimas gracias Padre Florián!!!
Aquí nos quedamos llenos de ilusión, movidos por el espíritu de Jesucristo, Vicente e Iván para continuar la Misión de nuestra Diócesis en Bolivia.
Esperamos vuestro apoyo con agradecimiento.