Este año, el día 23 de abril, fiesta de san Jorge (patrón de los pueblos que formamos la Corona de Aragón), lo vivimos en Monreal del Campo como una verdadera fiesta de alegría y de comunidad orante, peregrina y apostólica. San Jorge es un modelo para los que, desde circunstancias muy diversas de la vida, queremos ser fieles a Dios, aún en medio de las dificultades que nos ha traído la situación de pandemia que estamos viviendo. Si la leyenda nos lo presenta venciendo al dragón, hoy son muchos los “dragones” que quieren triunfar contra el bien, y contra los que los cristianos debemos luchar incansablemente.
Para esta misión y tarea, un buen grupo de chicos y chicas (51 en total) recibimos el sacramento de Confirmación de manos de nuestro párroco, don Avelino José Belenguer Calvé, autorizado para ello por el Sr. Administrador Diocesano, don Alfonso Belenguer. Fuimos un grupo muy numeroso: 25 jóvenes (que nos tendríamos que haber confirmado el curso pasado, cosa que no pudo ser por la situación de confinamiento y aforo en nuestros templos), y otros 26 que les correspondía confirmarse en este curso. La Pascua es el tiempo por excelencia para celebrar los Sacramentos de Iniciación Cristiana, nos han venido explicando nuestras catequistas a lo largo de la catequesis que durante varios cursos hemos recibido, porque Jesús resucitado sale al paso de todos nuestros miedos e incertidumbres que, como jóvenes, tenemos. En esta Pascua 2021 hemos podido realizarlo. Damos gracias !!!!
Fueron 2 celebraciones muy festivas, preparadas con mimo, bonitas, participadas, llenas de ilusión y alegría, vividas con mucha intensidad, y donde nos sentimos enviados a “ser testigos de Jesús” en nuestra vida por medio de la fe y de las buenas obras. Por la mañana, en una celebración, nos confirmamos 25 chicos y chicas, los del curso pasado, y por la tarde, en otra celebración, se confirmaron los 26 chicos y chicas de este curso. Ambos grupos lo hicimos bajo un slogan: “Sin TÍ, Señor, no hay YO”. Sin la fuerza y el dinamismo del Espíritu Santo no podemos ser buenos portadores del Evangelio ni vivir como creyentes auténticos en nuestra vida de cada día; sin Ti, Señor, no somos nada, y CONTIGO, Señor, lo somos todo!!
Damos gracias a nuestros padres, a nuestros profesores de religión, a nuestras catequistas, a nuestro sacerdote, y a cuantas personas nos han ayudado para recibir el “gran regalo del Espíritu” que se nos ha dado. ¡Merece la pena ser cristiano!
Parroquia de Monreal del Campo
