El próximo domingo, 28 de mayo, día de Pentecostés, la iglesia celebra el Día de la Acción Católica y el Apostolado Seglar. Este año el lema que se propone desde la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida es «Juntos anunciamos lo que vivimos».
ACG de la Diócesis de Tarazona ha organizado con motivo de este día una celebración de Pentecostés, que tendrá lugar en el Convento de las Capuchinas de Calatayud, mañana sábado 27 de mayo, a las 19 horas.
MENSAJE DE LOS OBISPOS
La Jornada de este año, explican los obispos de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida, “nos invita a todos los bautizados, especialmente a los laicos, a tomar conciencia de la importancia del anuncio explícito de Jesucristo, con palabras y con obras”.
Esta Comisión, anuncian, quiere llevar a cabo un ejercicio de discernimiento sobre el Itinerario del Primer Anuncio pues las conclusiones del proceso sinodal evidencian que es una prioridad pastoral para la Iglesia en España. Además, se recoge como una preferencia en las orientaciones pastorales de la CEE (2021-2025), Fieles al envío misionero.
También “nos urge” a situar el primer anuncio como núcleo y eje de la labor pastoral como Iglesia responder al “cambio de época”: “La sociedad actual, marcada por la secularización y el pluralismo, se coloca cada día más de espaldas a Dios y la mayoría de las personas viven como si Dios no existiera. Si hace unos años la fe fue arrinconada al ámbito privado de la persona, ahora ha sido en muchos casos expulsada incluso de ese espacio. Podemos afirmar que estamos asistiendo a una situación de esquizofrenia creyente, porque se ha establecido una contraposición entre la vida de fe y la vida cotidiana”.
El primer anuncio, matizan, encuentra su fundamento en el mandato expreso de Jesús, “que nos invita a la evangelización: «Id al mundo entero y anunciad el evangelio a toda la creación» (Mc 16,15)”. Y en contexto actual, caracterizado en muchos casos por el desconocimiento y la indiferencia hacia la persona de Jesús, estamos llamados a hacernos presentes, a nivel personal y comunitario, en los espacios públicos para anunciar el kerigma con lenguajes adecuados al interlocutor y especialmente con nuestro testimonio”.