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Carta del obispo de Tarazona para el domingo, 15 de septiembre de 2024- Acompañados por María

Diócesis de Tarazona
16 de septiembre de 2024

En la carta del domingo, 15 de septiembre, el obispo de Tarazona, Mons. Vicente Rebollo Mozos, destaca la intercesión constante y necesaria de la Virgen María, bajo cuya protección nos ponemos en este comienzo de curso, en el día que celebramos la memoria de Ntra. Sra. la Virgen de los Dolores.

Poco a poco vamos comenzando las actividades del nuevo curso, estamos realizando ya las diversas planificaciones que nos ayudaran a concretar los objetivos y acciones. Todo ello quedará plasmado en la programación que realizaremos. Mientras, van comenzando los colegios, luego las catequesis, vida de grupos… y, el resto de acciones pastorales diocesanas. Hay algunas actividades que no se sienten interrumpidas con el verano otras sí, tienen un largo parón del que a veces cuesta arrancar. Esto, junto a la incertidumbre de cómo será el desarrollo de todas las actividades, su funcionamiento, su resultado, puede que cree algo de pereza y que se nos haga cuesta arriba estos comienzos.

Es importante, para que esto no suceda, ser conscientes de que nosotros no somos los protagonistas, somos instrumentos de Dios y por tanto, a su servicio, que debemos realizar de la mejor manera posible. Para ello tenemos una ayuda fundamental, el Espíritu Santo. Él camina con nosotros iluminando nuestro entendimiento, fortaleciendo nuestra voluntad, estrechando nuestros lazos comunitarios para que la obra de Dios siga adelante, produciendo muchos frutos. Sin él, nada sería posible ni tan siquiera rezar, llamar a Dios Padre, como nos reveló San Pablo (Rm. 8, 15)

Junto a esta ayuda divina descubrimos también la intercesión permanente y necesaria de nuestra madre la Virgen María, ella es “Madre de Dios para alcanzarlo todo y madre de los hombres para concederlo todo” (Apostolado Mariano). Por eso, nos podemos sentir siempre acompañados por Ella. Hoy precisamente, en este día 15 celebramos la memoria de Nuestra Señora la Virgen de los Dolores, descubrimos a María junto a la Cruz de Jesús, recibiéndonos a todos como hijos para llevarnos en su regazo, como hijos queridos suyos.

Esta celebración Mariana expresa la unidad espiritual de María con Cristo, en especial como instrumento de la redención. Como dijo el Papa Pablo VI, es “ocasión para venerar, junto con el Hijo exaltado en la Cruz a la madre que comparte sus Dolores” (Marialis cultus 7).

Esa muestra de fidelidad total, junto al hijo que entrega su vida, es la prenda de la ayuda continua de nuestra Madre con cada uno de nosotros. Al comenzar este curso, nos ponemos bajos su protección para que sea faro y camino en el que hacer evangelizador de cada día. Esto me hace recordar la noticia, que estos días nos decía, que la oración mariana más antigua escrita en griego es del año 250, en ella se le llama a María, Madre de Dios, para subrayar la realidad de que Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre. Apoyados en esta certeza, ya los primeros cristianos entendían que María era la mejor protectora, la mejor acompañante para nuestras vidas.

Así lo sentimos nosotros hoy también, nos ponemos bajo su amparo para que atienda todas nuestras súplicas, por nosotros, nuestras familias, nuestras parroquias, nuestros movimientos, nuestra diócesis. Sabemos que ella va a atender nuestras necesidades porque nos quiere como una madre, siempre dispuesta a librarnos de todo peligro y hacernos buenos hijos de Dios y, como es Madre de Dios, ruega por nosotros, siempre para que así sea.

Con tan buena ayuda, comencemos con mucha ilusión y esperanza todas nuestras tareas pastorales.

+Mons. Vicente Rebollo Mozos.
Obispo de Tarazona

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