Cáritas Diocesana de Barbastro Monzón ha repartido más de 80.000 kilos de alimentos durante el estado de alarma, un periodo extraordinario en el que ha atendido a 2.324 personas en numerosas localidades de la provincia. En la presentación, esta mañana, de la Memoria de Actividades 2019, la directora de Cáritas Diocesana, Amparo Tierz, ha alertado sobre las consecuencias de la pandemia en el empleo porque “personas que habíamos logrado insertar laboralmente son los primeros que se han ido a la calle. El trabajo da dignidad a las personas”. El obispo, Ángel Pérez, ha suscrito estas palabras y ha pedido un trabajo coordinado con todas las instituciones para “multiplicar. Muchas veces llaman a Cáritas porque es la que siempre tiene la puerta abierta”.
Además, el obispo ha vuelto a insistir en la autofinanciación y a pedir a los diocesanos su colaboración para sostener la labor asistencial que “hace que muchos puedan hoy tener esperanza”. Una colaboración en tiempo, habilidades, ideas o económica de “solo un euro por cada ciudadano, aunque no crea, porque la solidaridad es del corazón”. En este sentido, ha aplaudido el aumento de voluntarios, 43 nuevos, desde el pasado mes de marzo, animando a todos a dar un paso adelante.
Memoria de Actividades de Cáritas 2019
Cáritas Diocesana de Barbastro Monzón atendió el año pasado a 4.942 personas, cifra ligeramente superior a la registrada en 2018. La entidad ha presentado la Memoria de Actividades de 2019, ejercicio en el que la entidad gestionó 1.784.828,96 euros para los programas de Infancia y juventud (400.452,69 euros), Acogida y familia (292.788,01 euros), Comunidad Cristiana de Bienes y servicios generales (224.060,86 euros), Discapacidad (189.359,34 euros), Mujer (182.785,83 euros), Empleo (181.947,74 euros), Mayores (132.521,31 euros), Inmigrantes (98.410,57 euros) y Animación comunitaria (82.502,61 euros). Los fondos empleados proceden en un 46 por ciento de fondos públicos, frente al 37 por ciento de recursos propios y un 17 por ciento de fondos privados.
En el programa de Acogida y familia se completaron 4.929 ayudas, incluidas 1.100 familias y 35 sin techo, mientras en la atención a temporeros las 706 ayudas legaron a 395 personas. El área de atención a la MUJER ha puesto en marcha 124 acciones de orientación y cursos formativos, 93 talleres de habilidades sociales y familiares y 135 de alfabetización. Además, al colectivo de niños y jóvenes se ha destino 177 clases de apoyo y 56 actividades de tiempo libre, además de la labor del punto de encuentro (con 162 acciones) y del centro de atención al menor (8), así como los 20 cursos prelaborales para jóvenes y el servicio del albergue de Bruis, por el que pasaron 275 jóvenes.
El programa de prevención de atenciones llevó a cabo 87 atenciones individuales, 24 de orientación a familias y ha trabajado con 780 jóvenes en sesiones/talleres en colegios e institutos y con 300 padres. En la atención a la discapacidad, el Centro Nazaret ocupa a 25 personas, 62 han pasado por Bruis y una decena por el Espacio de “Tiempo Libre”. En la denominada Economía solidaria, se han hecho 704 intervenciones de acogida y formación, 17 acciones de formación ocupacional que llegaron a 190 personas, 441 intermediaciones laborales y 22 acciones de economía social. La vivienda tutelada Alcort de Binéfar atendió a 10 personas, se hicieron 82 actividades de animación en residencias y el Centro de Actividades Rafols acogió 78.
Así mismo, y dentro de las actividades de animación comunitaria, en 2019 se contabilizaron 125 sesiones formativas, dos charlas formativas a otras entidades, la participación de 82 personas en la Jornada Regional y de 154 en la Jornada Diocesana. Además, se han realizado 32.00 unidades de carteles y sobres para dos campañas, cuatro ediciones del Boletin “Agape” 4 tiradas (5740 por tirada) y 1.542 publicaciones de noticias, web y redes sociales.
Más allá de las cifras, en la Memoria de 2019 destaca la creación de la empresa de inserción Incluyem Barmon, SL. -Inclusión y Empleo Barbastro-Monzón-, vinculada al proyecto El Telar, que cumple ya dos décadas de inserción social y laboral gracias a un circuito que se inicia con la ropa donada en los 104 contenedores repartidos en la diócesis y finaliza en las tiendas Contigo de Barbastro, Binéfar, Fraga y Monzón.