La Navidad marca un punto de inflexión en nuestras vidas más allá de las creencias religiosas. El marketing navideño visible desde hace varios días, y la explosión de bondad y generosidad que se ha movilizado frente a la DANA, nos sitúan en un tiempo de Navidad anticipado. Sin hacernos del todo conscientes, hemos sido testigos del nacimiento de Dios en cada brote de donación, de entrega y de solidaridad. Los cristianos celebramos que Dios nace y sigue naciendo en medio de nuestra realidad, sea cual sea, como uno más de nosotros, y nos muestra su amor incondicional a través de millones de gestos que anuncian vida y esperanza para la humanidad.
En este tiempo, Cáritas lanza su tradicional campaña, este año bajo el lema “Navidad también es estar cerca de quien nos necesita”. Con este mensaje, Cáritas quiere recordar que, cuando expresamos cercanía y cuidado a quienes más lo necesitan, hacemos posible el milagro de la Navidad. Somos conscientes de que vivimos tiempos complejos en los que se hace difícil mantener la esperanza a flote. Sin embargo, la labor que realiza Cáritas a través de todas las personas que participan de muchas formas en todos sus proyectos e iniciativas, dan fe de que la esperanza es el horizonte que nos salva de la mediocridad, la indiferencia o la impotencia ante el dolor que no podemos evitar y apenas restaurar.
Se trata de una esperanza activa y comprometida que se conjuga con tres verbos: estar, permanecer y acompañar. Son tres acciones que nos sitúan en la lógica de un Dios que se hace presente en pleno siglo XXI, de la misma forma que lo hizo hace más de 2.000 años: en el lugar de los márgenes, en la oscuridad de la pobreza y la impotencia, en la sombra de lo que parece no importarle a nadie.
Vivamos esta Navidad no porque toca, sino porque tenemos una nueva oportunidad para hacer posible la esperanza que nace del amor gratuito y generoso del que estamos hechos.
En Cáritas Diocesana Barbastro-Monzón, a lo largo de este año hemos acompañado:
- A más de 1000 familias en las diferentes Cáritas Parroquiales. Siendo el 46% las que acuden por primera vez a Caritas.
- 319 menores atendidos desde el programa de Infancia.
- Más de 880 personas atendidas desde el programa de empleo a través de itinerarios personalizados de inserción y formación ocupacional. Un 30% mas que en 2023.
- 270 personas en nuestro programa de inserción social para inmigrantes.
- 130 personas en el programa de mayores. A partir de enero de 2025 la ampliación del Pisico, será una realidad, con capacidad para 18 personas mayores.
- 240 personas en el programa de apoyo psicosocial.
- 220 atenciones realizadas desde el programa de prevención de adicciones.
- 14 participantes en el taller ocupacional Nazaret.
- 190 personas trabajadoras temporeras atendidas en los alojamientos de Fraga durante la campaña de la fruta.
De las personas atendidas, un 35 % están en situación administrativa irregular o en proceso de asilo, invisibles para la sociedad, que llaman a nuestra puerta, siendo Cáritas de las pocas
instituciones que les ayuda mientras legalizan su situación.
La generosidad de la sociedad abre camino a la esperanza
La Campaña de Navidad es, junto a la del Día de Caridad (Corpus Christi), una de las dos ocasiones del año en las que Cáritas lanza a la sociedad una invitación expresa a la colaboración económica para sostener el trabajo que realiza. La colaboración privada es uno de los pilares que permiten a Cáritas llevar a cabo su misión y estar cerca de las personas que más lo necesitan.
Este apoyo nos ayuda a transformar la pobreza en oportunidades y convertir la esperanza en iniciativas concretas que proyectan cercanía y cuidado hacia las personas. Aprovechemos la oportunidad de vivir una Navidad mejor, más cercana a quienes nos necesitan, más generosa y solidaria, porque quizás sea la única forma de construir y hacer real la esperanza.