En la víspera de San José, la iglesia de San Pedro Apóstol de Binéfar reabrió sus puertas en una jornada marcada por la satisfacción y la gratitud. El obispo, Ángel Pérez, presidió la eucaristía con la que reanudó el culto en este templo del siglo XV, un año después del inicio de las obras que pusieron fin al andamiaje instalado por el desprendimiento de la bóveda de 2006.
Por aquel entonces, el templo llevaba abierto apenas un año, tras la remodelación de 2002. «En 2005 se abrió en la víspera de la Inmaculada, hoy es la víspera de San José. ¡La Sagrada Familia! No creo en las casualidades, creo en la Providencia», afirmó don Ángel en la eucaristía, concelebrada con los vicarios generales de Barbastro-Monzón y Lérida, el rector de Torreciudad, el equipo sacerdotal de Binéfar y el moderador de la UP de Monzón, Crisanto López. El obispo elogió la acción conjunta de particulares, instituciones y empresas, «todo un pueblo», que han hecho posible la restauración, impulsada por la parroquia y respaldada por el Obispado.
Esa unidad de acción quedó plasmada en la ceremonia, solemnizada por el Coro Parroquial, y se mostró en las ofrendas -una piedra, símbolo de la respuesta generosa ante la desgracia, los recordatorios en acción de gracias por la jornada y el pan y el vino- y en las preces. También en las intervenciones del arcipreste y párroco moderador de la unidad pastoral, José Antonio Castán, del párroco in solidum Jaime Clusa, del alcalde de Binéfar, Alfonso Adán – «esta iglesia es el emblema de Binéfar»-, y de representantes de la plataforma ciudadana – como Silvia Isábal o Pilar Cortés- que ya ha hecho historia con su impulso y compromiso con unas obras que desgranó su director, el arquitecto Luis Galicia.
La Coral de Binéfar cerró la brillante y muy participada celebración con un concierto de música sacra.