Con motivo de la celebración de la XVIII Jornada de reflexión sobre Religión Católica en la Escuela, bajo el lema “Motivación y emoción en la clase de Religión. Llena tu vaso”, hablamos con María Gonzalo López, profesora de Religión de Infantil y Primaria en el Colegio Público de Valdespartera y miembro del equipo de trabajo de la jornada que organizan las Diócesis de la Iglesia en Aragón y La Rioja. El objetivo del encuentro es potenciar la clase de Religión en los medios de comunicación y en la sociedad, en general.
¿Por qué decidiste hacerte profesora de Religión ?
Porque el Espíritu Santo me empuja. Los profesores de Religión somos verdaderos evangelizadores, presencia de Cristo.
¿Cuáles son las principales dificultades que ha encontrado en el ejercicio de su profesión?
Nos encontramos con una sociedad secularizada, laica y, en algunos casos, laicista. Y también tenemos una serie de condicionantes que son puramente políticos, como las batallas legales con la Administración Educativa, tanto autonómica como nacional, por el número de horas de la asignatura.
¿Cuál es la asignación horaria de la Religión en las escuelas de Aragón?
Somos la Comunidad Autónoma que menos asignación horaria tenemos de toda España. Ahora, con la nueva LOMLOE, el mínimo que obliga serán 60 minutos y las administraciones de las CC. AA. pueden aumentar hasta 90. En Aragón tenemos 45 minutos de Religión en Infantil y Primaria y 60 en Secundaria y Bachillerato.
¿Por qué las administraciones no quieren que se imparta Religión en la escuela?
Porque en clase de Religión Católica pensamos y ayudamos a la construcción de seres integrales: libres de pensamiento y acción. Nosotros no ofrecemos un pensamiento único y la libertad. Jesús y el Evangelio son libertad.
¿Cómo ve el futuro de la enseñanza de Religión Católica en Aragón y en España?
Complicado. Se está luchando desde el ámbito sindical, desde el ámbito de los obispos, desde las delegaciones de enseñanza y desde la Conferencia Episcopal Española para garantizar la permanencia y, sobre todo, la dignidad de la asignatura y de su profesorado.
¿Cree que las familias confunden la clase de Religión con la catequesis?
Sí. Tengo alumnos que no están bautizados y deciden bautizarse con 10 o 12 años después de cursar la asignatura. Muchos padres no están casados por la Iglesia y prefieren que su hijo curse Religión porque saben que le vamos a dar una formación integral. Somos una asignatura más con un plan de estudio. No somos catequesis.
¿Qué puede aportar la clase de Religión Católica a los niños y a sus familias?
Aporta cultura en general, cultura religiosa e histórica. Es muy triste cuando vas con el belén por el pasillo del colegio y muchos niños no saben qué es porque no se les ha permitido conocerlo. La clase de Religión Católica les aporta la integración en la sociedad, conocimientos históricos, la historia de la Iglesia, también les hace abrir los ojos ante otros movimientos y religiones. Te enseña a saber diferenciar lo que está bien y mal.
