Ante el Covid-19, Cáritas más que nunca

Diócesis de Zaragoza
3 de abril de 2020

La creatividad no solo ha llegado a los canales de la liturgia o a la catequesis, la caridad de nuestra Iglesia, Cáritas Diocesana de Zaragoza, ha tenido que diseñar una nuevo modelo de acogida, ante las nuevas necesidades y las nuevas circunstancias provocadas por el Covid-19. Lo ha hecho en un tiempo récord. Por eso, puede decirse que Cáritas es como siempre… y más que nunca.

Cáritas está centrando su intervención  en este tiempo -ante todo- en informar, orientar, contener emocionalmente ante cada situación y apoyar económicamente en aquellos casos de urgencia que lo requieren. Los rostros de la pobreza son personas y no los números a los que nos tienen acostumbrados las administraciones. Rostros de personas con necesidades corporales y espirituales, necesitadas hoy también de la acogida de una Iglesia misericordiosas y samaritana.

Desde el teléfono, hasta el contacto directo con 900 personas

Desde la misma Cáritas Diocesana nos informarn que a través de la centralita de la entidad se informa directamente sobre lo requerido o se derivan las llamadas a las trabajadoras sociales de las zonas y equipos de proyectos de la  entidad.

Una de las áreas que más alteraciones ha sufrido tanto en su gestión como en la demanda de las personas a las que atiende son las acogidas parroquiales. En estos momentos, esta labor la desarrollan, de forma telefónica, las trabajadoras sociales que habitualmente atienden en las parroquias de la diócesis de Zaragoza (con el apoyo de algunos voluntarios en diferentes tareas).

Durante estas dos semanas, ya han atendido a cerca de 900 personas que han requerido su acogida, acompañamiento y asesoramiento. Muchas de esas personas han necesitado de Cáritas una ayuda económica urgente ante la falta de respuesta por parte de los servicios públicos u otras entidades.

Lo nuevo y lo que no ha dejado de hacerse

Cáritas continúa en sus centros con la actividad habitual: en la residencia Santa Teresa se mantiene la atención individualizada de sus 64 residentes. Asimismo, el servicio de acogida y acompañamiento se mantiene activo también en el resto de proyectos, que siguen realizando atenciones diarias por vía telefónica, como es el caso del Centro de Rehabilitación Psicosocial San Carlos, el Proyecto de Acompañamiento San Nicolás, el Centro de Acogida Fogaral, un espacio de referencia para personas en situación de prostitución o trata, el Proyecto de Acompañamiento a Personas Sin Hogar y el de Acompañamiento a Personas que salen de Prisión (ya que actualmente no se puede acompañar a quienes están en la cárcel).

Lo novedoso viene por la actividad de la Fundación por la Inclusión Social de Cáritas Zaragoza que también ha tenido que adaptar sus actividades. Desde el programa de inserción laboral, se atiende por teléfono a las personas que acompañan que necesitan un apoyo emocional o psicológico y orientación en cuestiones laborales como despidos, ERTES o vulneración de derechos.

El servicio de intermediación continúa gestionando ofertas de empleo que afectan a actividades esenciales de cuidado de mayores, personas con discapacidad, etc. Por su parte, la tienda Latido Verde y la empresa de inserción A Todo Trapo, al no estar reguladas como actividad esencial, han tenido que cerrar sus puertas y paralizar su actividad.

Previendo el futuro

Cáritas ve con preocupación la situación actual de las personas y familias que acompaña. La pérdida de sus precarias fuentes de ingresos, el desconocimiento de los procedimientos actuales de solicitud de ayudas, la dificultad con el idioma en las gestiones telefónicas, la grave situación de confinamiento y de salud para familias que residen en pisos compartidos, la incertidumbre de las citas pendientes con extranjería, las dificultades para hacer frente a los gastos básicos, la falta de recursos telemáticos para gestionar el día a día en esta situación actual, sobre todo, en hogares con hijos escolarizados. Sin contar con el coste emocional de esta situación que genera estrés, inseguridad, tristeza y ansiedad.

Además, Cáritas quiere poner de manifiesto ya los efectos sociales que esta emergencia sanitaria creada por el coronavirus puede producir en un futuro cercano en las familias en situación de pobreza y exclusión que, según datos de FOESSA es de 8,5 millones de personas, el 18,4% de la población española. Avalados por nuestra experiencia de acompañamiento como confederación desde hace más de 70 años a las personas excluidas, desde todas las Cáritas de España urgimos al Gobierno a responder a esta emergencia sanitaria, económica y social con medidas orientadas a «no dejar a nadie atrás».

Más dificultades, más Cáritas

El pasado 27 de marzo, Cáritas Zaragoza lanzó una campaña de emergencia con un doble objetivo. Por un lado, recabar apoyo económico y movilizar la solidaridad de la comunidad cristiana y el conjunto de la ciudadanía, así como de empresas e instituciones. Por otro, sensibilizar a la sociedad sobre el impacto que esta crisis tiene sobre los más vulnerables y animar a cada ciudadano a llevar a cabo pequeñas acciones solidarias, que consigan mejorar la vida a las personas de nuestro entorno.

¿Quiere colaborar? Cáritas es un cauce directo y seguro, puede hacerlo a través de este ENLACE.

 

 

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