Como ya algunos sabréis, nosotros somos los locutores del programa de radio “Un Ángel en tu Onda”, en el cual os comunicamos todo acerca de nuestra Diócesis de Teruel y Albarracín y de nuestra Parroquia de Alcorisa.
Muchos de vosotros os estaréis preguntando cómo estos 4 jóvenes alcorisanos hemos acabado haciendo el Camino de Santiago y participando en la Peregrinación Europea de Jóvenes 2022 (PEJ 22). Pues bien, todo empezó así:
Un viernes de finales de mayo, en uno de nuestros programas de radio, nuestro párroco, Juan Pablo Ferrer nos habló sobre la Peregrinación Europea de Jóvenes que se iba a celebrar en Santiago de Compostela del 3 al 7 de agosto. Esta actividad iba a ser precedida por el Camino de Santiago, que comenzaría el 29 de julio y acabaría el 3 de agosto con la llegada a Santiago.
Al principio, a todos nosotros nos resultó llamativa la idea, aunque también teníamos un poco de miedo al irnos solos tan lejos de casa por 10 días. Pasaron un par de semanas desde la propuesta y finalmente decidimos a apuntarnos a esta aventura, ya que iba a ser algo único e inolvidable. Nos pusimos en contacto con la Pastoral Juvenil de Teruel, grupo de la provincia que se dedicaba a la agrupación de los turolenses para llegar a Santiago de Compostela. Desde allí se nos dieron distintas indicaciones de como ir equipados, las actividades que se iban a realizar, las diferentes etapas del camino que íbamos a recorrer (el Camino Inglés) y un largo etcétera.
Después de una larga preparación y puesta a punto de todo lo necesario para el viaje, llegó el gran día. El 29 de julio a la 1 de la madrugada comenzaba esta gran aventura con 10 horas de viaje en bus hasta llegar a tierras gallegas. Tras diversas paradas para descansar, llegamos a Lugo y donde visitamos la ciudad junto con su catedral y sus murallas. Por la tarde, emprendimos nuestro viaje hasta Ferrol, pueblo que iba a marcar el inicio del camino a recorrer hasta Santiago.
Al acabar este largo viaje, se nos repartieron las habitaciones en las que íbamos a pasar una noche de incertidumbre, al ser el día siguiente el primer día de caminata. El sábado 30 de julio comenzó con un madrugón a las 5:30 de la mañana, puesto que nos tocaba servir el desayuno al grupo de Teruel. El camino lo emprendimos junto a las diócesis de Zaragoza, Barbastro-Monzón, Huesca y La Rioja. Tras una pequeña oración matutina, emprendimos la primera etapa del camino inglés a las 7:30 de la mañana para así evitar las altas temperaturas veraniegas. Esta etapa constaba de 19km, distancia que separaba a Ferrol de Pontedeume, localidad en la que íbamos a pasar ese día. Una vez allí, ya descansados, disfrutamos de un concierto nocturno a manos del autor del himno de la PEJ, Rubén de Lis.
La segunda etapa fue más dura que la anterior debido al desnivel y multitud de cuestas que presentaba la ruta, a esto también se sumaban las agujetas y ampollas del primer día. Fue especialmente memorable ya que la gente nos animaba al vernos pasar por el camino y pudimos encontrarnos puestos con recuerdos, agua y comida que la gente de los pueblos preparaba para los peregrinos. A mitad de cada camino se nos proporcionaba un pequeño avituallamiento para reponer fuerzas, resultando de gran ayuda para continuar con la etapa que finaliza en Betanzos tras 21 km de andada. Como cada tarde de 20 a 21h celebramos la eucaristía en la iglesia local del pueblo en el que nos alojábamos. Estas misas se hacían más amenas gracias a las canciones que todos cantábamos junto al coro.
La siguiente etapa fue la más dura de todo el camino, teniendo una longitud de 24 km con pendiente constante. Al final de la misma, nos trasladaron al pueblo de Ordes, donde descansamos el resto del día. Nuestro destino estaba cada vez más cerca, cuando al siguiente día retomamos la marcha hacia Sigüeiro, el último pueblo antes de Santiago. Finalmente, el último día llegó, y obviamente estábamos todos muy entusiasmados, siempre recordaremos esa sensacion de alegria y esos escalofríos que recorrieron nuestro cuerpo al entrar a la plaza del Obradoiro después de haber andado más de 115 km, donde nos recibió la Catedral de Santiago, la cual alberga el sepulcro del Apóstol Santiago.
La primera parte de este viaje había acabado, y la PEJ 22 no había hecho nada más que comenzar. Santiago durante estos 5 días se llenó de juventud y de alegría, personas de toda España y de Europa que compartíamos una misma ilusión.
Se realizaron varios talleres y actividades en el transcurso de estos 5 días. Fuimos a charlas de interés sobre diversos temas, los cuales nos hicieron ver el mundo desde otra perspectiva. Además, todas las mañanas acudimos a la Iglesia de San Agustín a realizar la catequesis, en la que pudimos escuchar muchos testimonios de jóvenes de toda España.
El momento más importante llegó, el Apóstol Santiago nos esperaba para recibirnos a tantos peregrinos que habíamos hecho su camino. Entramos en la catedral para ver el sepulcro, además de su imponente altar, las capillas, el botafumeiro…
El 6 y el 7 de agosto, pudimos disfrutar de varios conciertos en el famoso Monte del Gozo, desde donde se divisa toda la ciudad y donde se encuentran estatuas de dos peregrinos llegando a Santiago. La última noche culminó con la Vigilia, acto muy emotivo debido a su solemnidad y a la procesión que se hizo con una imagen del Apóstol. Esa fue la primera vez que los 12.000 peregrinos de toda Europa nos juntamos. El final del viaje llegaba y poníamos punto y final con la Santa Misa celebrada en el mismo monte el día 7 por la mañana oficiada por por el cardenal Antonio Augusto dos Santos Marto, enviado especial del papa Francisco.
Pronto nos tocó despedirnos de todos los amigos que habíamos hecho. En el bus de vuelta compartimos todos juntos nuestras vivencias y nos repartieron las famosas Compostelanas que acreditan que hemos hecho el Camino de Santiago. Llegamos a Zaragoza el mismo día a las 12, poniendo fin a 10 intensos pero emocionantes días en Galicia.
Sin duda, ha sido para nosotros una experiencia inolvidable de la cual nos llevamos muchas amistades y que por supuesto repetiremos en el futuro. Desde aquí ya nos animamos a viajar al año que viene hasta Lisboa, donde se celebrará la Jornada Mundial de la Juventud en el mes de agosto con la presencia del Papa.
Queremos aprovechar estas líneas para agradecer en primer lugar a Juan Pablo por haber hecho posible esta experiencia y por prestarnos ayuda siempre que la necesitamos. También agradecer tanto a la Diócesis de Teruel-Albarracín como a la Pastoral Juvenil de Teruel por habernos hecho partícipes de algo tan grande e importante como es hacer el Camino de Santiago. También agradecemos la compañía de todos los amigos que hemos hecho ya que sin ellos no habría sido lo mismo. Por último dar las gracias a todos los que nos han apoyado durante el camino ofreciéndonos ayuda y a los voluntarios que hicieron que la experiencia fuera a mejor.
Adrián Fandos, Guillén Covarrubias, Nicolás Fandos y Juan Bernad.
Fotos:
1: Grupo de Aragón y La Rioja en la Plaza del Obradoiro (Santiago de Compostela)
2: Grupo de la Diócesis de Teruel y Albarracín en Santiago
3: Adrian, Guillén, Nicolás y Juan a 108 km de Santiago
