En el último informe de Naciones Unidas, para la seguridad alimentaria y nutrición en el mundo, se pone de manifiesto que 735 millones de personas sufren hambre cada día en el mundo.
En Manos Unidas creen que esta cifra es lo suficientemente importante como para no pasar por alto, y poner nuestras manos en acción. Por ello con la cena del hambre del pasado viernes, 22 de septiembre, nuestra Manos Unidas diocesana celebró un día de concienciación y unión simbólica con los millones de personas que sufren hambre.
De nuevo la sociedad turolense respondió con su asistencia y generosidad, y nuestra delegada de Manos Unidas, Alicia Esparza, destacó su “sentimiento de agradecimiento por la de gente que colabora y nos aporta«.
Una bonita velada con gran participación para colaborar por aquellos que sufren y no tienen ni siquiera para lo más básico.