Buceando por los archivos del Arzobispado, he encontrado la crónica de la bendición de la nueva emisora, aquel 19 de marzo de 1961. Un acto en dos partes: primero en ‘el Cascajo’, la bendición de la antena. Después, en la ‘Casa de Acción Católica’ (hoy ‘Casa de la Iglesia’), de los estudios y las oficinas. Estaba presente el alcalde Gómez Laguna, quien veía en la nueva radio una fuente de crítica constructiva… llena de benevolencia para la ciudad.
El entonces arzobispo, monseñor Casimiro Morcillo, en su intervención se fijó en dos circunstancias: por un lado, al mediodía se conoció la noticia de que san José había sido declarado patrono de las tareas del Concilio Vaticano que pronto iba a comenzar; por otro, aquel día era el de las vocaciones sacerdotales. Don Casimiro estaba convencido de que “esta emisora va a servir para proporcionar a la Iglesia sacerdotes que sirvan al Concilio”. Y así ha sido.
No podemos pasar por alto tres nombres: el de Mosén Francisco Izquierdo, promotor de la emisora; el de Arturo García, presidente del consejo de la recién creada “Radio Popular Zaragoza”, formando parte desde el principio de la Cadena de Ondas Populares Españolas, nuestra COPE; y el de Valentín Sebastián, primer jefe de programación y conductor de su primer programa.
A todos ellos y a todos los que han sido COPE durante estas décadas, desde la emisora y sus estudios, hasta sus casas, la Archidiócesis de Zaragoza le da las gracias: sencilla y sinceramente, gracias.