Un candelabro de la parroquia de Bafaluy ha sido la primera pieza, procedente de Lérida, desembalada por el personal técnico del Museo Diocesano de Barbastro-Monzón en un día que, en palabras del obispo diocesano, puede calificarse como histórico. «Siempre hemos pensado que es un asunto de dignidad y justicia con el pueblo aragonés, que trasciende lo artístico e incluso lo religioso», ha reiterado mons. Ángel Perez Pueyo. El prelado, que ha enumerado las 44 parroquias a las que pertenecen los bienes, ha mostrado su confianza en que en los próximos días se completará la entrega de todas las obras de arte y que «cada vez estamos más cerca de ese momento soñado por la gente de esta tierra, que ha sufrido en silencio durante un cuarto de siglo».
Acompañado del consejero de Cultura del Gobierno de Aragón, Felipe Faci, y de los letrados del Obispado y del Gobierno regional, Joaquín Guerrero y Alberto Gimeno, el obispo ha comparecido esta mañana ante los medios de comunicación para subrayar la disposición del Museo para recibir las obras de arte en el día marcado por el juzgado como fecha límite del plazo de entrega. El consejero, por su parte, ha reiterado «el compromiso y la colaboración con el obispado para la recuperación de estos bienes. Nuestro papel es trabajar conjuntamente para ese objetivo».
Posteriormente, y a través de los medios de comunicación, se ha tenido conocimiento del envío de alguna de esas obras que, como se ha constatado a media tarde, han sido finalmente 23. Con gran expectación, una furgoneta ha descargado a las puertas del almacén del Museo dos cajas de madera que, ya en el interior de las instalaciones, han sido abiertas por el equipo del Museo, con su director, Ángel Noguero, a la cabeza, y bajo la supervisión de un notario que ha levantado acta de la entrega. Una de las cajas contenía candelabros y la otra, una variedad de pequeñas piezas como como cálices, copones, patenas o campanitas.