Opinión

Jesús Moreno

A pie de calle

Valores

11 de diciembre de 2024

Hasta pronto. Gracias.

Así me despedía, en este apartado de IGLESIA EN ARAGON, hace mes y medio.

Hola. Buenos días…. Buenas tardes.

Es un nuevo comienzo después de un período de mayor debilidad de la que normalmente tenemos y somos; tengo y soy. Y he experimentado, en este corto espacio de tiempo, a qué damos valor. A la cercanía, a la atención, al interés por el otro o al olvido, despreocupación y falta de interés por su situación y estado anímico.
A los profesionales de la salud, un GRACIAS enorme, amplio, generoso. Por su cuidado, atención, delicadeza y respeto. ¡En qué manos cariñosas y preparadas estamos! Y a los capellanes.
A la familia, amigos, por su constante presencia y ayuda. Por su disponibilidad. Por su cariño. Por su oración. Por todo y por más. Y a los compañeros de habitación.
Todos estos detalles, más los olvidados, me han llevado a pensar que, en nuestro mundo, en nuestras relaciones persiste un mundo de valores, que no ha desaparecido. Desaparición que podemos estar tentados de afirmar ante el discurrir ordinario de la vida, ante el egoísmo que vemos, experimentamos y tenemos: ya no hay valores. Falso.
Lo que yo he experimentado es que los valores existen y renacen con fortaleza cuando algo se rompe a nuestro alrededor. Ahí está la inmensa corriente de voluntarios en y camino de Valencia. Y en otros muchos momentos.

Y Cáritas, Cruz Roja y tantas ONGs sin ánimo de lucro. Si en nuestro mundo no hubiera valores, ya habría dejado de existir. Valores no solo en las grandes catástrofes, sino también en el discurrir sencillo de cada día. Si, a pesar del mal que hacemos con nuestra irresponsabilidad y falta de conciencia, nuestro mundo sigue existiendo (eso sí, con problemas cada vez más graves) se debe a que fomentamos valores que no nos dejan que destruyamos todo. Además, creo que vamos avanzando en conciencia de que somos guardianes y no señores de la creación.

Creo que todo nos ayuda a crecer en el sentido común (del que dicen algunos que es el menos común de los sentidos; pero, ¿es así? No lo creo).

Y, si crecemos en el sentido común, estamos creciendo también en valores. Y en esto debemos seguir avanzando. Porque pienso que los valores y el sentido común no son atributo de sabios, ni de poderosos, ni de ricos (¿¿¿???), sino posibilidad y compromiso-acción de todos.

Los valores y el sentido común son el fundamento de toda civilización humana. Y el antifundamento son la guerra, la pobreza impuesta, la discriminación de cualquier tipo, el descarte de los ‘no productivos’, toda dictadura política o ideológica, etc.…

Sin el sentido común y sin los valores, toda civilización se viene abajo (la historia lo demuestra con creces en la caída de todos los imperios que fueron).

No olvidemos los valores no solamente para que nuestra civilización no se arruine, sino para que todos y con todos avancemos hacia una civilización cada vez más respetuosa con el mundo creado del que somos y formamos parte inseparable.

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