Es la respuesta que hemos dado los cristianos la noche de Pascua: “Crees en Dios Padre, en Jesucristo el Señor, en el Espíritu de vida, en la Iglesia?»
Me pareció fácil la respuesta: sí, creo.
A nivel intelectual a veces no me resulta tan claro y fácil, a pesar de muchos años de teología, y tengo mis dudas y baches y días negros pero digo: sí, creo.
He descubierto otro nivel más profundo donde la inteligencia y la razón no tienen nada que ver. Es dentro de todo mi ser donde esta tarde he oído: he resucitado y tú también! crees? Crees que soy tu resurrección y tu vida, LA VIDA? Crees que a mi lado todo es “otra cosa”?
Tantas celebraciones, cánticos, homilías, lectura de la Palabra de Díos, la Pascua, la semana…pues claro que creo, Señor!
Hoy al caer la tarde me sigue sonando allá dentro: fíate! Y debe ser porque algo me queda pendiente, porque sólo en algún haz de luz vislumbro allí muy hondo que hay más vida, más amor, más luz, más entrega, más…más…
Realmente no llego, no veo, no sé, pero HAY MÁS.
Un día lo conoceré, Señor. Un día diré: tenían razón los que decían: Ha resucitado el Señor!
Y podré, con Tomás, decir: “Señor mío y Dios mío”
Y seré dichosa porque sin ver creí.