Opinión

Juan Ramón Royo García

San Francisco de Sales y su presencia en Zaragoza

23 de enero de 2025

El 24 de enero la Iglesia celebra la memoria obligatoria de san Francisco de Sales (1567-1622), obispo y doctor de la Iglesia, célebre autor de la escuela francesa de espiritualidad del siglo XVII, fundador de la orden de la Visitación (Salesas) y patrón de los periodistas. Su vinculación con Zaragoza se hizo presente por medio de la publicación de sus obras y con el tardío establecimiento de la orden por él fundada.

Aunque en la biblioteca del Seminario Conciliar de Zaragoza existe una edición parisina de sus obras publicada en 1641, la difusión de las mismas parece que se desarrolló a raíz de su canonización, dada a conocer el mismo año de su celebración con la Relación de las ceremonias y aparato de la iglesia de san Pedro de Roma en la canonización del santo Francisco de Sales canonizado por la santidad de Alexandro VII a 19 de abril de 1665 (Zaragoza, herederos de Pedro Lanaja y Lamarca…,1665).

La primera obra suya publicada en nuestra ciudad fue el Directorio de religiosas para su espiritual perfección…; traducido del italiano  (Zaragoza, herederos de Pedro Lanaja y Lamarca, 1666). Posteriormente se imprimieron la Introducción a la vida devota…; con una declaración mística de los Cantares de Salomón, para tener oración mental; y con el Directorio de religiosas, que se añade en esta última impresión, y la Práctica del amor de Dios con un epítome de la vida del mismo santo (las dos publicadas en Zaragoza, Diego Dormer, 1673).

 En 1705 vieron la luz  la edición zaragozana de sus Cartas espirituales (imprenta de José Monge de Mendoza) y la obra del jesuita francés Nicolas Caussin (1583-1651) Padre espiritual: tratado de su gobierno, según el espíritu del glorioso S. Francisco de Sales sacado de sus obras, y enseñanzas. Van añadidas al fin unas reglas para examinar, y discernir el interior aprovechamiento de un alma. Con una breve instrucción de confesores… y unas máximas espirituales sacadas de las obras del mismo Santo… (imprenta de Pedro Carreras). 

Todas las obras aparecen como traducidas por Francisco de Cubillas Donyagüe, pseudónimo que, según el bibliófilo Antonio Palau y Dulcet, utilizaba Bartolomé Alcázar (1648- 1721), profesor del Colegio Imperial de Madrid. Este jesuita estuvo vinculado a la Escuela de Cristo, institución seglar inspirada en la espiritualidad del oratorio de San Felipe Neri. Quizá la impresión de estas obras estuviese vinculada a dicha asociación,  que en Zaragoza se fundó en 1659 en la iglesia de San Juan el Viejo y cuyo archivo se encuentra en el Diocesano de Zaragoza.

En el siglo XIX hay que citar la Novena de San Francisco de Sales, obispo y príncipe de Ginebra, escrita por  fray Ramón Salvez, religioso del convento sanjuanista de Caspe  (Zaragoza, Francisco Magallón, 1831) y una edición de la biografía escrita por Jacques Marsollier, (1647-1724) Vida de San Francisco de Sales, obispo y príncipe de Ginebra, traducida de la séptima edición francesa por Mariano de Godoy (Zaragoza, Imprenta Real, 1835). 

La presencia de las Salesas fue una consecuencia de la Revolución Francesa. Un grupo de ellas llegaron a Zaragoza en 1793 y se instalaron en la casa de los marqueses de Campo Real, inmediata a la parroquia de San Miguel “dando instrucciones políticas y de labor a cuantas niñas han querido aprender», según el cronista Faustino Casamayor. Aquí permanecieron hasta finales de junio de 1806, cuando marcharon a Calatayud, donde su convento perduró hasta 2001. Durante su estancia en Zaragoza fallecieron cuatro monjas, según los libros parroquiales de San Miguel: dos procedentes del segundo monasterio de Ruan (Normandía), sor Constancia Eufrasia  Le Varaseur (1801) y sor Teresa Eufrasia Dubal, (1805), de 47 años, además de sor Teresa Chantal Richard (1802) y sor Teresa María Francisca de Sales Clastre (1804).

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