Opinión

Jaime Urbizu

Necesitamos usar el cerebro

23 de mayo de 2018

Ya casi en junio. Terminando los últimos exámenes de la carrera. Dentro de poco tiempo, espero, estaré con algún sacerdote en una parroquia de la diócesis. Me gustaría que fuese un pueblo. Ya ves, me acabo de sorprender pensando en el año que viene con algún examen todavía por hacer.

Y a todo esto, ayer tuvimos la graduación en el Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón. Después de seis años de trabajo, por fin, llegó el final. Me he graduado. Don Vicente inauguró el acto en el que, junto con don Ernesto Brotóns, nos impusieron las becas.

En estos años me daba cuenta de la importancia que tiene el teólogo en la Iglesia, aquel que busca la Verdad con sincero corazón, aquel que, con humildad, busca acercarse a Dios. El teólogo que a su vez es maestro, pues solo comprende el que sabe enseñar. Y he tenido la oportunidad de aprender de ellos.

La teología que puede parecer algo muy abstracto y lejano, es en realidad, una reflexión clara y cercana, pues ¿Qué hay más cerca del hombre que Dios?

Como decía San Anselmo la teología es la fe que busca comprender (fides quaerens intellectum). Hoy en día las personas tienden a quedarse con lo primero que escuchan o ven. Falta reflexión en el nuestra sociedad. Necesitamos usar el cerebro. No podemos morir sin sacar el cerebro del envoltorio.

Es muy cómodo que otros sean los que piensen por nosotros, pero ni es justo, ni es bueno. Especialmente porque buscamos la Verdad, y debemos esforzarnos en ello. Tenemos que dar sentido a nuestra vida. Y esta tarea nunca termina. El teólogo aspira a ver en el Cielo lo que buscaba en la tierra.

Pero volviendo al tema, este curso se está terminando y quedan un par de exámenes por hacer. Y el año que viene… ¡Dios dirá!

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