Nuestra expedición, equipo novato en competiciones internacionales proveniente de la universidad participante más pequeña y humilde, nos acercábamos en autobús a Coimbra desde Villanueva de Gállego. A una hora de la llegada recibí un mensaje a través de Whatsapp, era una persona voluntaria nombrada adjunta a nuestra expedición para ayudarnos durante la competición. Se llama Nina, una estudiante universitaria de Zagreb (Croacia).
Nina acudió desde Crocia a trabajar de voluntaria a los Juegos Europeos Universitarios 2018 que se celebraban en Coimbra (Portugal). Quince días de trabajo viviendo una experiencia internacional con estudiantes deportistas de toda Europa. Ella nos ayudó a encontrar las cantinas, los puntos de acreditación, los alojamientos, los transportes, incluso las zonas de relax o puntos sociales. Tenía el teléfono todo el día disponible para poder atender cualquier vicisitud del equipo o de cualquier jugador, venía a ver nuestros partidos, nos animaba, comía con nosotros. Por supuesto celebró con nosotros la medalla de bronce conseguida.
Al finalizar le transmití que estábamos enormemente agradecidos por su trabajo, no remunerado, y que gracias a ella todos los jugadores habían podido disfrutar de una estancia y una competición cómoda y sin incidencias. Es por ello que le prometí enviarle unos detalles deportivos a Croacia de nuestra universidad, como recuerdo, y que siempre formaría parte de nuestro equipo.
Estoy seguro de que Nina no solo se lo pasó fantásticamente bien durante esos quince días. Tuvo que lidiar con discusiones entre delegados, vicisitudes de la organización, mal entendidos entre diferentes culturas, practicar diferentes idiomas, acudir a la ayuda de otros en horas intempestivas, etc. Todo ello en fechas vacacionales para un estudiante. ¿Pero cómo volvería Nina al próximo curso en su universidad? Habiendo adquirido una notable mejoría en sus relaciones personales, idiomas, solución de problemas, liderazgo, capacidad de comunicación y de trabajo en equipo. Competencias transversales necesarias para cualquier empleo hoy en día. En definitiva, como mejor persona.
La entrega a los demás es un fin en sí mismo, además de una experiencia inolvidable que te ayuda a entender mejor a las personas y mejorar uno mismo. Cualquiera, con el trabajo más pequeño, puede mejorar la vida de las personas que le rodean si tiene voluntad.