El pasado 12 de abril se celebró la reunión que el Obispo y el Equipo Sinodal Diocesano habían convocado para conocer el trabajo y la procedencia de los grupos sinodales activos en la diócesis, exponer la actividad desarrollada por el equipo sinodal y recoger propuestas de los grupos para implementar el Sínodo en nuestra Iglesia local, ofreciendo un turno abierto de palabra que se prolongó durante una hora y media. Una reunión con forma de asamblea bajo la presidencia del Obispo para tratar de ver juntos el camino a seguir.
Fueron 26 aportaciones representativas de lo que en el tema de la sinodalidad se viene haciendo en nuestra diócesis. Un tercio procedían de grupos sinodales que han venido funcionando como tales, otro tercio de grupos Vita en los que se ha abordado transversal o directamente el tema sinodal. Hubo un tercer grupo de aportaciones no vinculadas a parroquias sino a movimientos o instituciones, que desbordaban el marco parroquial.
La premura del tiempo, establecido en dos horas, impidió que se profundizara en las aportaciones o que se propusieran conclusiones operativas.
Entre ellas, se pidió partir del documento elaborado en 2022 con las conclusiones aportadas por los 400 grupos sinodales de nuestra diócesis y asumir el planteamiento operativo, a todos los niveles, en la pastoral diocesana, de la carta del cardenal Grech, secretario general del Sínodo en el Vaticano.
Las 120 personas que asistieron al acto, desbordando todas las expectativas de la convocatoria, muestran un entusiasmo renovado por el proceso sinodal y el encuentro representa un primer paso importantísimo que tiene que ir seguido de otros muchos en la dirección que el tiempo presente requiere de la responsabilidad histórica de nuestra Iglesia.