Es difícil concretar el impacto psicológico que tiene el deporte sobre las personas. La mente humana es tan compleja que cualquier pronóstico generalizado sería demasiado atrevido. Sin embargo, sabemos que produce en el ser humano un cambio positivo de actitud innegable hacia nuestras vidas.
Según la Organización Mundial de la Salud, la inactividad física es el cuarto factor de riesgo en lo que respecta a la mortalidad mundial (6% de las muertes registradas en todo el mundo). Además, se estima que la inactividad física es la causa principal de aproximadamente un 21%-25% de los cánceres de mama y de colon, el 27% de los casos de diabetes y aproximadamente el 30% de la carga de cardiopatía isquémica. Esta información nos hace pensar que el cambio que produce en nuestro organismo es de gran espectro.
Veamos un caso práctico y real. ¿Has visto la película «100 metros»? La película protagonizada por Dani Rovira sobre el caso real de Ramón Arroyo, diagnosticado con Esclerosis Múltiple que decidió ponerse a entrenar para superar un IRONMAN. Una prueba de Triatlón de modalidad de larga distancia que consiste en superar 3,8km a nado en aguas abiertas, 180 km de ciclismo de carretera en modalidad «no drafting» (sin poder ir a grupo) y después completar una Maratón completa. Puedes recordarla en el siguiente vídeo con su Trailer:
Os recomiendo la película, sin duda. Aunque también la siguiente entrevista a Ramón Arroyo, donde indica, en primera persona: «Cuando estas enfermo sentirte mejor por entrenar y cuidarte, mola tanto, que entras en un proceso muy positivo.»
La entrevista de Ramón manifiesta su cambio en la orientación de su vida a través de sus nuevos hábitos, su unión familiar y su cambio de actitud tras el diagnóstico de su enfermedad. Superar un Ironman supuso un proyecto familiar, un objetivo para todos, un caso de superación personal en la vida a través del deporte.