Se van a cumplir cinco meses de la sesión de aprobación del Documento final del Sínodo (26 de octubre de 2024), de su consideración como magisterio ordinario (Nota que acompaña al Documento) y de su encomienda para que las Iglesias locales apliquen, en diferentes contextos, las indicaciones autorizadas contenidas en el Documento, a través de los procesos de discernimiento y de toma de decisiones previstos por el derecho y por el propio Documento.
Desde el principio, nos hemos propuesto que el Blog sirva de observatorio para estar al tanto de cómo va el Sínodo, para conocer qué aportaciones significativas van surgiendo y saber cuáles se van poniendo en marcha. También, para detectar los posibles estancamientos del proceso sinodal en nuestras diócesis aragonesas, analizando sus causas y proponiendo soluciones. De ahí el nombre de este medio de comunicación: Hacia una Iglesia sinodal. Observatorio sinodal desde Aragón.
Por eso, nos gustaría dar cuenta en esta entrada de las iniciativas que se han ido poniendo en marcha en este tiempo y de las que tenemos noticia.
Conocemos, en primer lugar, que el Documento final ha sido presentado oficialmente en las diócesis de Jaca, Huesca y Zaragoza por Vicente Jiménez, padre sinodal, y en la de Barbastro-Monzón por Cristina Inogés, así mismo, madre sinodal.
A partir de ese momento, se abre un tiempo para que las diócesis, tras el discernimiento oportuno, programen la implementación del Sínodo atendiendo a sus características particulares. De este segundo momento, en la de Zaragoza tenemos constancia de que, tal como se nos anunció el 13 de diciembre en la presentación del Documento, el Equipo Sinodal ha atendido las solicitudes de información demandadas por parroquias y comunidades, y, además, está prevista una sesión conjunta del Consejo Presbiteral y del Consejo Diocesano de Pastoral este mismo sábado, día 15, para hacer un ejercicio práctico de conversación en el Espíritu contestando a las preguntas: ¿Por qué tenemos que impulsar los ministerios laicales en nuestra diócesis? ¿Qué pasos hemos de dar para sensibilizar e impulsar su puesta en marcha? Desconocemos la razón de la elección de este tema y si ésta es la única implementación del Sínodo que se contempla o si, por el contrario, se va a hacer lo mismo con otros temas sinodales, tales como la revisión de los procesos de discernimiento y de toma de decisiones; la promoción de la cultura de la transparencia y la articulación de los procedimientos de evaluación y rendición de cuentas; una posición más decidida para escuchar con particular atención y sensibilidad las voces de las víctimas de abusos; el trabajo por la igualdad de todos los bautizados; la ampliación de las oportunidades de participación de los laicos; la operatividad de los órganos de participación; la promoción de otros ministerios además de los instituidos; o la formación en sinodalidad. (El Documento final: 40 indicaciones muy concretas).
En lo que se refiere a los grupos sinodales de la Diócesis de Zaragoza, nos hemos puesto en contacto algunos y le hemos pedido al Equipo Sinodal Diocesano que convoque una reunión de los doce grupos que nos mantenemos activos para conocernos y discernir juntos cuáles serían las cuestiones prácticas que tendríamos que poner en marcha como Iglesia local. La petición ha sido bien valorada y estamos a la espera de dicha convocatoria. Creemos que tenemos una palabra importante que decir como grupos sinodales, puesto que hemos contribuido con nuestras aportaciones a mantener viva la conciencia sinodal en todo este tiempo. Como muestra, la iniciativa del grupo de la Parroquia de la Presentación de la Virgen, que ha promovido una propuesta, aprobada el pasado 15 de febrero, para fomentar la sinodalidad en la Vicaría III; la iniciativa de las Canonesas del Santo Sepulcro de convocar a todos los grupos que se mueven en el monasterio para compartir la experiencia del proceso sinodal el próximo 15 de marzo;
algunas intervenciones de Cristina Inogés en la parroquia de Santa Rafaela María o recientemente en la iglesia de San Nicolás; y, finalmente, la regular aparición de nuestras entradas en el Blog desde hace 10 meses, con más de 40 entradas firmadas por 20 autores distintos. El Blog sigue siendo testigo del interés de una parte de los cristianos de Aragón por promover una Iglesia sinodal. Seguramente hay otras iniciativas que no conocemos y que nos gustaría conocer. Si así es, os agradeceríamos mucho que nos las contaseis y las pudiéramos publicar en este mismo medio.
Suponemos que las distintas diócesis se irán moviendo en los próximos meses, pues hemos tenido noticia de otro ejercicio práctico de conversación en el Espíritu en la misma Conferencia Episcopal Española y de que, recientemente, su comisión permanente ha abordado el tema de la implementación del Sínodo en la Iglesia española (Nota Comisión permanente), aunque, por lo que se deduce de la nota, la CEE está todavía en la fase de explicación del documento.
Mientras tanto, nosotros seguimos pensando que se han de hacer muchas más cosas y que este impulso sinodal, mantenido en el tiempo, nos tiene que ayudar a renovar nuestra Iglesia en orden a hacer realidad identitaria de la misma su triple carácter de comunión, participación y misión. Para ello, creemos que es imprescindible dotar al equipo sinodal diocesano de más relevancia institucional para que, junto con el obispo y los consejos diocesanos, lideren este proceso. Y, al mismo tiempo, es inexcusable hacer una lectura del Documento en clave de Iglesia local, en la que participemos también los grupos sinodales, que nos permita enfocar la tarea en las indicaciones concretas de aplicación que señala, comenzando no solo por las parroquias, sino en primer lugar por las estructuras, el gobierno de la diócesis y el clero.
Tenemos por delante los meses de marzo, abril y mayo para iniciar este proceso al que se nos invitó el pasado mes de diciembre. Una nueva ocasión de discernimiento comunitario que oriente las programaciones parroquiales y diocesanas del curso 2025-26 en una línea decididamente sinodal.
Y para ello, como siempre, comprometemos nuestro esfuerzo y ofrecemos nuestra humilde colaboración.
Grupo sinodal. Diócesis de Zaragoza
