El Obispo de Tarazona, Mons. Eusebio Hernández Sola, clausuró el pasado lunes, coincidiendo con la festividad de la Virgen del Carmen, la visita pastoral al Arciprestazgo de Calatayud con una eucaristía en la Colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud que congregó a multitud de fieles.
La celebración estuvo presidida por D. Eusebio y concelebrada por un buen número de sacerdotes. Además, el Obispo sorprendió a todos con un poema que había escrito sobre sus vivencias durante sus cincuenta años de sacerdocio. Tras la misa, tuvo lugar la tradicional procesión con la imagen de la Virgen del Carmen.
VISITA PASTORAL
Durante dos meses, el Obispo de Tarazona ha recorrido el Arciprestazgo de Calatayud realizando la visita pastoral que le ha llevado a visitar multitud de localidades, parroquias, colegios y diversas instituciones y a entrevistarse con ancianos, enfermos y autoridades.
Mons. Eusebio Hernández inició la visita pastoral con mucha ilusión y ganas porque deseaba conocer de manera más directa los problemas y las necesidades tanto de los sacerdotes como de los pueblos y de los feligreses del Arciprestazgo de Calatayud así como a animarles a que siguieran manteniendo la fe.
El Arciprestazgo de Calatayud está formado por 37 parroquias: Acered, Alarba, Aniñón, Atea, Belmonte de Gracián, Calatayud, donde hay seis parroquias, Castejón de Alarba, Cervera de la Cañada, Clarés de Ribota, Fuentes de Jiloca, Huérmeda, Malanquilla, Maluenda, Mara, Miedes, Montón, Morata de Jiloca, Munébrega, Olvés, Orera, Paracuellos de Jiloca, Ruesca, Sediles, Terrer, Torralba de Ribota, Torrelapaja, Torres de Calatayud, Valtorres, Velilla de Jiloca, Villalba de Perejil, Villarroya de la Sierra y La Vilueña.
La visita pastoral es la que hace el obispo a su diócesis: un instrumento jurídico y pastoral que le permite, de modo particularmente directo, conocer la propia jurisdicción para gobernarla con eficacia, con la finalidad de conservar la fe, la doctrina, las buenas costumbres y fomentar la evangelización.
Están sujetos a la visita episcopal ordinaria las personas (sacerdotes, laicos, asociaciones, etc.), instituciones católicas (escuelas, centros de caridad, etc.), cosas (bienes, archivos, imágenes, etc.), y los lugares sagrados (iglesias, cementerios, etc.) que se encuentran en el ámbito de la diócesis.
El obispo tiene la obligación de visitar la diócesis cada año total o parcialmente, de modo que al menos cada cinco años visite la diócesis entera.