¿Puede creer en Dios alguien con miles de millones de euros? El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, una de las personas más influyentes del mundo, ha declarado abiertamente que “la religión es muy importante”. En un mensaje publicado en su propia red social, el neoyorkino –de 32 años– felicitó la Navidad en nombre de su familia. Entonces, uno de sus seguidores le respondió: “Pero, tú eres ateo”, a lo que Zuckerberg añadió: “No, yo fui educado como judío y luego atravesé por un periodo donde me cuestioné muchas cosas, pero ahora creo que la religión es muy importante”.
Desde entonces, el mensaje ha obtenido miles de “likes” y ha sido replicado por numerosos medios de comunicación. Este mensaje llega después de la visita que Zuckerberg realizó el pasado mes de agosto -junto a su mujer, Priscilla Chan- al papa Francisco. ¿Tendrá algo que ver? Tras el encuentro mantenido en el Vaticano, el cofundador de Facebook expresó su admiración por la personalidad del santo padre: “Fue una reunión que nunca olvidaremos. Pudimos sentir su calor y bondad, y cómo le importa ayudar a las personas”.
A pesar de haber manifestado en el pasado opiniones religiosas diferentes, Mark Zuckerberg ha experimentado un interés creciente por la dimensión espiritual. No en vano, unos meses antes de viajar a Roma, compartió otro mensaje esperanzador: “No importa la fe que practiques, todos nosotros podemos ser inspirados por la humildad y compasión de Francisco. Estoy ansioso por seguir al papa, y verlo compartir su mensaje de misericordia, igualdad y justicia en el mundo”.
La dimensión trascendente es intrínseca al ser humano. No es el dinero ni la fama lo que da la felicidad, sino que, como muestra Zuckerberg, en el alma hay un deseo profundo de plenitud que sólo se colma dotando de sentido y propósito la existencia humana. Claro que, para ello, cada uno tiene que recorrer su propio camino.