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Queridos diocesanos de Huesca y de Jaca:
Ante la muerte inesperada de nuestro querido y recordado papa Francisco, envío a todos los diocesanos un mensaje de profundo dolor por su muerte, pero también de acción de gracias a Dios por su fecundo pontificado. El papa Francisco, venido del sur, ha sido una gracia para la iglesia y para el mundo. Ha sido el papa de la misericordia de Dios para con los pobres, vulnerables y necesitados.
De la sinodalidad, invitándonos a todos a caminar unidos por una iglesia en comunión, participación y misión. El papa del ecumenismo, del encuentro con todos los hermanos que creemos en Cristo. Y el papa sobre todo de la esperanza en un mundo de tensiones, de guerras y de conflictos. En este Jubileo del año 2025, Peregrinos de esperanza.
Su pontificado ha sido fecundo también en documentos. Con la encíclica Lumen fidei, que acabó con el papa Benedicto XVI y escrita a cuatro manos. Con esa encíclica también famosa de Laudato si’ sobre la ecología mundial, la casa común, la creación, el respeto. La encíclica Fratelli tutti, sobre la fraternidad universal de todos los hombres siguiendo al hermano Francisco de Asís. Y la última encíclica sobre el corazón y el amor de Jesús, Dilexit nos, Nos amó.
Pero sobre todo su exhortación apostólica programática de su pontificado, Evangelii gaudium, que fue una invitación a la alegría del Evangelio. Es el papa también viajero a las periferias existenciales y geográficas del mundo.
Por todo ello, a la vez que sentimos un profundo dolor porque el corazón sangra por donde ama, damos gracias a Dios por el papa Francisco, que ha sido una gracia para la Iglesia y para el mundo.
Gran líder mundial, referente moral para todos los estados, los pueblos y toda gente de buena voluntad. Que descanse en paz y que el Señor le premie tantos esfuerzos en favor de Cristo, de la Iglesia y del Evangelio.
Con mi afecto y bendición.
+Vicente Jiménez Zamora, administrador apostólico de Huesca y de Jaca
