LA VIDA CON AMOR, LO ES TODO;
SIN AMOR, NO VALE NADA.
Comienzo por el final.
La frase anterior es la frase final de este texto que os ofrezco. Bello y claro. Bello y estimulante. Bello y ¿exigente?
Una reflexión antes de presentar el texto sobre el amor. Porque con la palabra AMOR (y con otras muchas) hemos hecho lo que Martín Buber escribió sobre nuestro trato de la palabra DIOS:
“Sí… (la palabra Dios) es la más rica de todas las palabras humanas. Ninguna tan manoseada, ninguna tan quebrantada. Por eso mismo no puedo renunciar a ella. Las distintas generaciones humanas han arrojado sobre ella la carga de su vida angustiada y la han aplastado contra el suelo; ahí está, llena de polvo y soportando todo el peso. Al dividir la religión, las generaciones humanas han desgarrado la palabra, la han matado y han muerto con ella; en ella están las huellas de sus dedos y el rastro de su sangre. […] Cierto que dibujan caricaturas y escriben “Dios” debajo; se matan entre ellos y dicen que lo hacen “en nombre de Dios”. […] ¡Qué fácil es entender que algunos propongan callar durante un tiempo sobre las “cosas últimas” para redimir las palabras del abuso a que se las ha sometido! Pero así es imposible redimirlas. No podemos limpiar la palabra “Dios”, no podemos lograrlo del todo; pero levantarla del suelo, tan sucia y rota como está, y enderezarla tras una hora de duro trabajo, eso sí podemos hacerlo”.[1]
Sin olvidar esta advertencia de Buber, leamos y meditemos este texto sobre el amor y después, si nos parece, leamos y meditemos también “un camino más excelente” (1 Cor 13). Nos harán mucho bien estas palabras pasándolas por el corazón para llevarlas a la vida (aunque ‘nos suenen’ o, peor, ‘nos las sepamos’).
Nos harán bien a todos: obispos, presbíteros, religiosos, laicos (sin maltratar otra palabra maltratada: hermanos). San José, hoy es su día, nos echará una mano.
La justicia con Amor te hace justo,
sin Amor te hace duro.
La amabilidad con Amor te hace amable,
sin Amor te hace hipócrita.
La inteligencia con Amor sirve a la razón,
sin Amor te hace cruel.
La agudeza con Amor te hace capaz de adquirir la verdad,
sin Amor te hace agresivo.
La autoridad con Amor te hace guía y protector,
sin Amor te hace déspota.
La amistad con Amor te hace generoso,
sin Amor te hace interesado.
El apostolado con Amor te hace servicial,
sin Amor te da una excusa para lucirte.
La alegría con Amor te ayuda a ver a Dios en todo,
sin Amor te hace un bufón.
La libertad con Amor te hace capaz del mayor bien,
sin Amor te hace un abusador.
Tus éxitos con Amor te hacen crecer,
sin Amor te hacen orgulloso.
Tus enseñanzas con Amor te hacen maestro,
sin Amor te hacen arrogante.
LA VIDA CON AMOR, LO ES TODO;
SIN AMOR, NO VALE NADA.[2]
[1] Martín Buber. Citado por Medard Keehl. INTRODUCCIÓN A LA FE CRISTIANA. Sígueme. Salamanca 2002. Pág. 81-83.
[2] Pastoral Juvenil. José Alejandro Gómez Hernández | Parroquia de San Miguel Arcángel, Coyuca de Benítez Gro. México