En un gesto de fraternidad y entendimiento interreligioso, la Subcomisión Episcopal para Relaciones Interconfesionales y Diálogo Interreligioso ha dirigido un mensaje a las comunidades musulmanas en España con motivo del Ramadán 2025. Mons. Ramón Valdivia Giménez, presidente de la subcomisión, y Rafael Vázquez Jiménez, director del secretariado, han firmado este mensaje de hermandad, reafirmando el compromiso del diálogo entre cristianos y musulmanes en un contexto de respeto y colaboración mutua.
El mensaje expresa el deseo de que las celebraciones del mes sagrado del Ramadán sean fructíferas para las comunidades musulmanas que viven su fe en España. En él se señala: «Este tiempo de Ramadán y el de la Cuaresma para los cristianos tienen por objeto hacernos crecer en la intimidad con Dios a través de la oración, el ayuno y la caridad».
Asimismo, el documento resalta la importancia de la misericordia como un principio compartido por ambas tradiciones religiosas. Se citan referencias tanto de la Biblia como de los hadices islámicos que subrayan la necesidad de amar al prójimo y de desear para los demás lo mismo que se quiere para uno mismo. Se destaca la enseñanza bíblica: «Si alguno dice: “Amo a Dios”, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve» (1Jn 4,20). A su vez, se menciona la tradición islámica: «Ninguno de vosotros creerá completamente hasta que no quiera para su hermano lo que quiere para sí mismo» (Sahih al-Bujari #13). Esta coincidencia doctrinal refuerza la idea de que la fraternidad entre las religiones es posible y deseable.
Uno de los puntos centrales del mensaje es la preocupación por el auge de los discursos de odio y la discriminación contra judíos, cristianos y musulmanes en distintos espacios de la sociedad, incluyendo redes sociales, instituciones y medios de comunicación. En este sentido, los firmantes hacen un llamamiento a combatir la intolerancia con los valores del amor, el respeto y la educación en la convivencia pacífica: «Solo educando en el amor y el respeto, que generan vínculos de amistad sincera, podremos combatir con las armas de la mansedumbre los discursos de odio, intolerancia y discriminación».
El documento concluye con una invitación a continuar colaborando en iniciativas que promuevan el bien común y en la construcción de una sociedad basada en el respeto mutuo y la comprensión interreligiosa. Finalmente, se eleva una oración conjunta al Altísimo por el don de la paz, un anhelo compartido por las diversas confesiones religiosas: «Elevemos nuestras oraciones al Altísimo pidiendo incansablemente el don de la paz».
Este mensaje fraterno reafirma el compromiso de la Iglesia católica en España con el diálogo interreligioso y la convivencia pacífica, en un mundo donde la unidad y el respeto entre las diferentes tradiciones de fe son más necesarios que nunca.
