- Es tan bueno que parece tonto.
- ¡Qué buena persona es!
- Todos se aprovechan de él porque es bueno.
- No seas tonto y no te fíes de nadie.
- Fíate de él que es de fiar, es muy bueno.
- Yo no me fío ni de mi sombra.
No está de moda ser bueno. Creo que nunca lo ha estado. De hecho, en nuestro mundo siempre han triunfado los astutos, los aprovechados, los egoístas, los ‘listos’, los sin escrúpulos. Hoy, ayer y ¿mañana? Probablemente.
A los buenos, con frecuencia, se les llama simples, ingenuos, débiles, ‘algo buscarán para su provecho’.
Pero los buenos siempre han estado ahí, a nuestro alrededor, en “la puerta de al lado”. Por eso el mundo sigue en pie.
Porque, como dice el refranero popular: “Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece”. Así es también en la vida humana. Si no fuera por el silencio que crece, nuestros bosques ya no existirían. Tampoco otras muchas realidades buenas. Y si existen, es a pesar del peor depredador de este mundo: el ser humano.
Al que hay que recordarle con frecuencia: “Dios perdona siempre; la persona humana, a veces; la naturaleza, NUNCA”.
Y es que ‘ser bueno’ no pertenece a lo fácil de este mundo. Por eso, San Felipe Neri decía a los muchachos marginados a quienes acompañaba y educaba en libertad: ”Sed buenos, si podéis”.
Porque la bondad sí salva al mundo, lo cuida, lo respeta, lo agradece, lo defiende. Lo mismo hace con las personas: las valora, no las ’usa’ en provecho propio, se solidariza con los últimos y más necesitados. La bondad.
“Tengo observado que aquellos que, diciéndose buenos, hablan pestes de los demás, no lo son tanto. En cambio, lo son de verdad quienes se muestran críticos con ellos mismos al tiempo que intentan comprender las flaquezas de los otros. […] La bondad solo tiene un fin: ella misma. Tal vez por eso, y Goethe dixit, la mezquindad escribe la historia, mientras que el bien es silencioso, lo que indicaría que, a pesar de todas las apariencias en contra, hay muchas más personas buenas que malas y ellas son quienes, a la chita callando y sin trompetear nada, mueven este viejo mundo”.[1]
Hoy es miércoles de ceniza. Nos invita a prepararnos para la Cuaresma que comienza el próximo domingo. Para que ‘cuaresma’ no sea solamente una palabra sin más, el consejo de San Felipe Neri lo podríamos concretar cada uno de nosotros en actitudes que nos duren siempre, “si podemos”. Sin exigencias imposibles, pero sí con humilde sinceridad y verdadero corazón. Que Cuaresma no pase en vano y nos prepare a la Pascua de Resurrección con alegría renovada en una vida cristiana un poquitín mejor. Si podemos. Con el Espíritu Santo, sí podemos.
La vida cristiana se va haciendo más real en cada uno de nosotros con pequeños pasos que vamos dando con renovada fidelidad. No es infantilismo, ni ritualismo. Somos limitados pero llamados a lo imposible. Con el Espíritu dentro de nosotros y a nuestro lado en los hermanos, sí podemos.
[1] Carmen Posadas. BONDAD. XL SEMANAL. Nº 1949. 2-8 marzo 2025.
