La delegación diocesana de Manos Unidas Campaña contra el Hambre acometerá en 2025 el proyecto Mejora sostenible de la seguridad alimentaria en la comunidad de Montegrande, Bolivia. En esta ocasión, beneficiarán directamente a 80 familias, unas 300 personas, cuya producción agrícola no está diversificada. Eso impide satisfacer las necesidades alimenticias básicas adecuadamente y tampoco les permite generar excedentes comercializables para el mercado por su bajo rendimiento.
El Museo Diocesano de Barbastro-Monzón acogió la presentación del proyecto, que explicó la delegada de Manos Unidas, Genoveva Buatas, dentro de la Campaña contra el Hambre n.º 66, con el lema Compartir es nuestra mayor riqueza. Asun Bardají, responsable diocesana de comunicación de la oenegé católica, fue la encargada de presentar el cartel y dar las claves de la campaña, que reflexiona sobre la necesidad de poner la riqueza mundial al servicio de la humanidad para, así, luchar contra la pobreza, el hambre y la desigualdad. Con ellas, Víctor Parrilla, tesorero de la entidad, repasó las cuentas del año 2024, en el que se apoyó un internado en Ruanda y se recaudaron 82.961 euros.
El obispo diocesano aplaudió la labor de los voluntarios y reveló que el mismo Papa Francisco, en su última visita ad limina, afirmó que «Manos Unidas, sin duda, es la organización española que más llega a los desfavorecidos». Por su parte, la responsable de Caridad, Julia Lirios Tormo, al hilo del Jubileo 2025 subrayó que “somos peregrinos de la esperanza y la diócesis os necesita”.
Mejorar la agricultura para mejorar la vida
En la comunidad boliviana de Montegrande la labor principal a la que se dedica es la agricultura de productos tradicionales y a la crianza de animales. El problema principal al que se enfrentan es la escasa disponibilidad de alimentos de alto valor nutricional, por deficiencias en el sistema productivo.
El proyecto Mejora sostenible de la seguridad alimentaria en la comunidad de Montegrande, Bolivia -enmarcado en el ODS n.º 2 «Hambre cero»- pretende lograr un manejo eficiente de los recursos naturales, especialmente de suelo y agua, diversificando la producción bajo un enfoque agroecológico y con una adecuada gestión del agua. Con una inversión de 86.732,00 euros, los objetivos que se plantea esta iniciativa son:
- Eficiente manejo y protección de recursos naturales.
- Protección de suelos y siembra. Incluye obras de conservación de suelos, cerramiento de fuentes de agua y plantaciones forestales, elaboración de abonos orgánicos para incorporación al suelo.
- Diversificación productiva agroecológica; con huertos hortícolas, producción de frutales, mejoramiento de semillas y cultivos anuales.
- Prácticas de preparación de alimentos y apoyo en procesos de comercialización e intercambio de experiencias.
- Gestión del agua para el riego parcelario, con construcción de depósitos de agua y reservorios, instalación de sistemas de riego tecnificado, capacitación en operación y mantenimiento y sistematización de experiencias.
Al frente del proyecto se sitúa Jesús Fermín Urioste Flores, de Línea Institucional de Desarrollo Rural, entidad que contribuye a reducir la pobreza y las desigualdades mediante un desarrollo integral, ambiental, económico y social sostenible.