En un emotivo encuentro de Pastoral de la Salud de Aragón y La Rioja celebrado en la Casa de la Iglesia (pl. la Seo 6, Zaragoza), cuatro profesionales de diferentes ámbitos se reunieron para compartir sus experiencias en el acompañamiento a personas en situación de vulnerabilidad. Yaiza González Gabriel, Amparo Ripoll Mateu, Antonio Ojeda Tobías y Carmen Fernández Gracia, con trayectorias diversas pero un mismo objetivo, nos brindaron testimonios conmovedores sobre la importancia de la empatía y el apoyo en la vida de las personas.
Yaiza González: «Más allá de la explotación: Un camino hacia la redención»
En un emotivo encuentro, Yaiza González Gabriel, trabajadora social de la Fundación Cruz Blanca en Huesca y técnica del programa O’cambalache, compartió una perspectiva única sobre la rehabilitación de mujeres víctimas de trata. Yaiza, quien ha dedicado gran parte de su carrera a acompañar a estas mujeres, reveló la importancia crucial de la fe en sus procesos de recuperación.
«Muchas de las mujeres que atendemos llegan a nosotros con una profunda carga emocional y espiritual», explica Yaiza. «Han sido sometidas a situaciones de explotación extrema y, en muchos casos, han sido manipuladas con creencias como la brujería o el vudú. Estos elementos han sido utilizados por sus tratantes como una forma de control y sumisión».
La trabajadora social describe cómo su equipo se acerca a los prostíbulos para establecer un primer contacto con las mujeres. «Es un trabajo delicado y paciente. Buscamos ganarnos su confianza, mostrarles que estamos ahí para ayudarlas y que no las juzgamos», afirma Yaiza.
Una vez que logran establecer una relación de confianza, muchas de estas mujeres revelan las creencias que les han sido impuestas. «Ellas creen que están atrapadas en una maldición o que han sido hechizadas. Esta creencia les genera un enorme sentimiento de culpa y les dificulta creer en la posibilidad de una vida diferente», comenta Yaiza.
Sin embargo, la fe en un proceso de recuperación puede ser un punto de inflexión. «Al ofrecerles un espacio seguro y un acompañamiento espiritual, les estamos mostrando que hay una salida y que pueden perdonarse a sí mismas», explica. «La fe les da la esperanza y la fuerza necesarias para superar el trauma y reconstruir sus vidas».
Amparo Ripoll: «Más allá de las fronteras: La labor de las Hijas de la Caridad con mujeres migrantes»
En Teruel, las Hijas de la Caridad están llevando a cabo una labor encomiable en favor de las mujeres migrantes que llegan a nuestras costas. Amparo Ripoll Mateu, una de las religiosas que trabaja en este proyecto, ha compartido su experiencia en primera línea, destacando la importancia de la acogida y el acompañamiento integral de estas mujeres.
«Muchas de estas mujeres llegan en pateras, habiendo sufrido travesías peligrosas y traumáticas», explica Amparo. «Cuando llegan a nuestro centro, lo primero que buscamos es hacerlas sentir como en casa, ofrecerles un lugar seguro donde puedan descansar y recuperarse».
La religiosa destaca la importancia de no juzgar y de actuar con misericordia. «Estas mujeres han vivido situaciones muy difíciles y necesitan nuestro apoyo incondicional. Es fundamental que se sientan comprendidas y valoradas». Además, Amparo señala que en ocasiones detectan casos de trata de personas entre las mujeres que llegan, lo que requiere una atención especial y coordinada con otras instituciones.
Para facilitar la integración de estas mujeres, las Hijas de la Caridad ofrecen talleres de formación y orientación, adaptados a sus necesidades y a sus conocimientos previos. «La barrera idiomática es uno de los principales desafíos, pero utilizamos todos los recursos a nuestro alcance para comunicarnos, como el lenguaje de gestos que es universal», afirma Amparo.
La fe es otro pilar fundamental en el trabajo de las Hijas de la Caridad. «Como hijas de la Caridad, tratamos de vivir el Evangelio de manera práctica, en conreto lo que dice San Mateo, 25: vemos a Jesucristo en el pobre», explica Amparo. «Acompañamos a las mujeres musulmanas en su práctica religiosa durante el Ramadán, pero también compartimos con ellas nuestra fe y nuestras costumbres».
Antonio Ojeda: «Esperanza tras las rejas: La importancia del acompañamiento a internos enfermos»
Antonio Ojeda, funcionario de prisiones en La Rioja, nos ofreció una mirada íntima y conmovedora sobre el trabajo que se realiza dentro de las cárceles. En su día a día, Antonio se enfrenta a una realidad compleja: la vigilancia de internos enfermos, muchos de ellos con patologías crónicas derivadas del consumo de drogas.
«Soy más que un vigilante», afirma Antonio. «En mi módulo, me convierto en psicólogo, educador y confidente de los internos. Muchos de ellos se encuentran en una situación muy vulnerable, especialmente los enfermos psiquiátricos, tanto por su enfermedad como por su estado privativo de la libertad».
La falta de recursos y la complejidad de las patologías psiquiátricas son algunos de los principales desafíos que enfrentan estos internos. «Necesitan una atención especializada que, en muchos casos, no pueden recibir dentro de la prisión», explica Antonio. «La soledad y la desesperanza son sentimientos muy comunes entre ellos».
A pesar de las dificultades, Antonio encuentra en la fe una fuente de esperanza y un motivo para seguir adelante. «Trato de hablarles de Dios, de ofrecerles un horizonte más allá de su situación actual», afirma. «Algunos practican su religión, otros tienen una fe más personal, pero todos necesitan sentirse acompañados y comprendidos». La labor de los voluntarios y sacerdotes es fundamental en este contexto. «Su presencia es un bálsamo para los internos».
Carmen Fernández: «Envejecer con dignidad: Los desafíos y la importancia del acompañamiento»
Carmen Fernández, trabajadora social y psicóloga de la Fundación Tau San Eugenio, ha puesto de manifiesto la importancia del acompañamiento integral a las personas mayores. En su experiencia, ha identificado varios desafíos a los que se enfrentan estas personas: el edadismo, la soledad, la fragilidad de la salud y la vulnerabilidad económica.
«El edadismo es una realidad que afecta a muchas personas mayores», afirma Carmen. «La sociedad a menudo les invisibiliza y les discrimina, limitando sus oportunidades de participación social». La soledad es otro gran desafío. «A medida que envejecen, muchas personas pierden a sus seres queridos y sus redes sociales se reducen», explica Carmen. «Esta soledad puede generar sentimientos de tristeza, aislamiento y desesperanza».
La fragilidad de la salud y la vulnerabilidad económica completan el cuadro de desafíos a los que se enfrentan las personas mayores. «Las enfermedades crónicas y las discapacidades son más frecuentes en la vejez, lo que limita la autonomía y la calidad de vida», señala Carmen. «Además, muchas personas mayores viven con pensiones bajas y tienen dificultades para cubrir sus necesidades básicas».
Ante este panorama, Carmen defiende la necesidad de un acompañamiento integral que abarque todas las dimensiones de la persona: la social, la familiar, la espiritual y la psicológica. «Es fundamental que las personas mayores se sientan valoradas, escuchadas y acompañadas en todas las etapas de su vida», afirma.
La espiritualidad juega un papel fundamental en este acompañamiento. «Cuando escuchamos a una persona mayor, cuando le ofrecemos nuestro tiempo y nuestra atención, le estamos dando esperanza», explica Carmen. «La espiritualidad nos conecta con algo más grande que nosotros mismos y nos ayuda a encontrar sentido a la vida, incluso en momentos de sufrimiento».