Unas jornadas conmemorativas que buscaban dialogar y reflexionar sobre las tres décadas transcurridas desde la aprobación del documento “La pastoral obrera de toda la Iglesia”, que marcó un hito en la integración de la pastoral obrera en la tarea evangelizadora de la Iglesia española.

El obispo responsable de la Pastoral del Trabajo, Mons. Abilio Martínez, quiso destacar la importancia de estas jornadas para seguir impulsando, renovando y reorganizando la pastoral obrera en las diócesis, parroquias y comunidades para atender especialmente el drama de la siniestralidad laboral, la precarización de las condiciones de trabajo que afectan especialmente a la población migrante y contribuyendo, en línea con el llamamiento del papa Francisco a humanizar el trabajo ante el avance de la tecnología y el economicismo.

CCOO destaca la defensa cristiana de la centralidad del trabajo

Entre todas las ponencias que se llevaban a cabo este fin de semana, destacamos la del secretario general de CCOO, Unai Sordo, quien en su intervención resaltó el valor del compromiso cristiano por defender la centralidad del trabajo. «Los movimientos cristianos, con esta visión social desde la Iglesia, nunca habéis perdido el discurso de la centralidad del trabajo en las sociedades», ha reconocido Sordo, quien ha explicado que la concepción del trabajo decente es toda una «apuesta política, desde instancias democráticas e institucionales» en coherencia con «la dignidad de las personas y de la clase trabajadora como colectivo».

En este sentido, ha alabado «el compromiso cristiano por fomentar la comunidad, el sentido crítico y un horizonte compartido en que nos salvamos con el colectivo», por lo que ha asegurado que existen entre su organización y el resto de organizaciones sindicales muchos espacios en común con la pastoral del trabajo.

De hecho, ha planteado que ante el cambio antropológico del neoliberalismo cultural, donde «las mayorías sociales se entienden como individuos aislados» que se relacionan en función de “la meritocracia”, uno de los grandes retos es «dotarnos de vertebración y organización comunitaria».

«Tiene gran valor empeñarse en la construcción de espacios de comunidad sea en el sindicato, en la iglesia, en el barrio, en la asociación de vecinos o en los partidos…», ha afirmado Sordo. Incluso, ha reconocido la importancia, más en una época en la que avanza «la ola reaccionaria», «el nihilismo» y «el narcisismo tirano», de cultivar el sentido de «trascendencia», sea desde la fe o desde otros elementos morales y éticos.

Precisamente, para encontrar sentido en el horizonte y recuperar la fuerza movilizadora de la utopía, en su opinión, hace falta comprender el concepto de “límite” y el hecho de que «estamos aquí porque otros estuvieron antes y otros estarán después», lo que en su opinión tiene un gran componente espiritual que merece ser tenido en cuenta.