Cerca de un centenar de diocesanos se encontraron en la Casa de Iglesia el último sábado de octubre, para conocer experiencias pastorales y de oración, alineadas con los objetivos del curso. Así, convocados por los delegados de Caridad, Anuncio, Celebración y Comunión, agentes pastorales de los cuatro arciprestazgos se reunieron en la asamblea diocesana, espacio de encuentro y reflexión para seguir trabajando en un objetivo común: que nadie se pierda.
Tras las palabras de bienvenida del obispo, Mons. Ángel Pérez Pueyo, los asistentes conocieron dos experiencias pastorales de interés. La primera, el acompañamiento a personas mayores o solas que hace la Unidad Pastoral de Graus, visitando de forma periódica a unos treinta vecinos de pueblos dispersos de la Ribagorza, desde Foradada del Toscar a Torres del Obispo. Alfredo Corcho y la hermana María Jesús Marco explicaron los detalles de una labor que «es una gracia de Dios» y complementan con atención telefónica cuando no pueden acudir a los domicilios. «Para el cumpleaños, no falta una felicitación», señalaron.
La segunda, la metodología Godly Play que ha adoptado el Colegio Escolapios de Barbastro para trabajar con el alumnado la búsqueda espiritual y el acercamiento a sus alumnos del relato bíblico. La demostración, adaptada al espacio de la asamblea, estuvo guiada por Isabel Pérez que, junto a Sara Peropadre, explicaron su formación previa, los objetivos y adaptabilidad, poniéndose a disposición de los interesados. A continuación, el sacerdote Rubén Darío Sánchez, coordinador diocesano del Jubileo 2025, explicó las actividades previstas en Barbastro-Monzón y los lugares de peregrinación.
Tras las presentaciones, los participares se dividieron en grupos para conocer, en diferentes aulas, distintos modos de oración: la oración comunitaria, el rezo con canciones, con la Palabra y con colores. Esta «Feria de Oración», preparada por el área de Celebración con un nutrido grupo de colaboradores, finalizó con la eucaristía presidida por el Obispo y concelebrada por varios sacerdotes. Con la participación del Coro BARMON, los asistentes unieron sus voces en el canto conjunto del Himno de los Mártires.