Opinión

Juan Ramón Royo García

San Antonio María Claret y los claretianos en Aragón

23 de octubre de 2024

El 24 de octubre la Iglesia celebra a san Antonio María Claret (1807-1870), misionero apostólico en Cataluña y Canarias, arzobispo en Santiago de Cuba, confesor de  Isabel II y, sobre todo, fundador de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (claretianos o cordimarianos). En este año esta congregación ha celebrado los ciento cincuenta años de su fundación en Vich, el 16 de julio de 1849. Además se cumple también el centenario de su establecimiento en Zaragoza y los sesenta años de la erección canónica de la parroquia del Corazón de María. 

El Padre Claret fue muy devoto de la Virgen del Pilar, que tenía dedicada una capilla en la catedral de Vich, edificada por el obispo Francisco Veyán y Mola, natural de Tamarite de Litera y que había sido canónigo del cabildo zaragozano, fallecido en 1815. En 1847 le salió una profunda llaga en el costado, que empezó a gangrenar, por lo que había que operar, pero en la noche previa a la operación pidió su curación a la Virgen, si era conveniente, por lo que, cuando se levantó, en acción de gracias, celebró misa en el altar de dicha capilla. Además, visitó la Santa Capilla en varias ocasiones, en sus visitas a Zaragoza:

-En 1850, después de salir de Madrid (donde había recibido el palio de manos del Nuncio como arzobispo de Santiago de Cuba), camino de Barcelona para embarcar hacia la isla caribeña. Con anterioridad había enviado su anillo pastoral para que fue se tocado por el Pilar de la Virgen. En el fondo de Reales Órdenes, caja 27-1, documento 26, se conserva una comunicación suya con el envío de un ejemplar de su obra Apuntes que para su uso personal y para el régimen de la diócesis (Madrid, 1857), de la que el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico solo cita ejemplares en seis bibliotecas españolas.

-En 1860, acompañando a la reina y a su esposo en su estancia en la ciudad, entre el 7 y el 13 de octubre.

-En julio de 1864, en su vuelta desde Cataluña hacia Madrid, procedente de Lérida.

-En 1865 dos veces, en julio, al salir de Madrid como protesta por el reconocimiento del reino de Italia por el gobierno español, en su viaje hacia Barcelona camino de Roma, y en diciembre en su regreso a España después de ver al beato Pío IX, que le había exhortado a proseguir en su cargo de confesor real.

Como escritor es autor del folleto La Virgen del Pilar y los francmasones. Opúsculo que ofrece al público un español amante de una y de otra (Barcelona, 1866). El citado Catálogo la considera una obra anónima y solo cita tres ejemplares de esta obra en bibliotecas españolas – en el Instituto Bibliográfico Aragonés, el Seminario de Barcelona y  la pública de Ripoll (Gerona). En el artículo del P. García se reproduce una fotografía de una edición barcelonesa de 1868 no recogida en dicho catálogo. Este religioso resume su argumento como una conversación en un ferrocarril entre y extranjero, el señor Aquiles, y un español, don Vicente N., a través de la cual, el santo “va señalando los planes inicuos de los gobernantes masones y de los medios de que se valen para llevar a cabo sus taimados fines de perdición”.

En vida del fundador los claretianos se establecieron en Huesca (1865) y Jaca (1867), casas que fueron suprimidas posteriormente, y Barbastro (1869). Antes de establecerse en Zaragoza lo hicieron en Alagón (1875) y Calatayud (1894).

En Zaragoza se instalaron primero en el territorio de la parroquia de Santa Engracia, (diócesis de Huesca), trasladándose de residencia y diócesis en la posguerra. Según la Estadística diocesana de 1948 el cambio se produjo en septiembre de 1941. En dicho año la comunidad contaba con ocho religiosos profesos, dedicándose a predicar misiones, ejercicios, retiros, panegríricos, etc. y al culto de su pequeña iglesia. 

El 11 de abril de 1942 comenzaron el culto en una modesta capilla en la calle del Carmen –  actual San Antonio Mª Claret-, número 11, en el entonces llamado barrio de Hernán Cortés. Como pronto quedó pequeña y se pensó en construir una iglesia -Santuario del Corazón de María de Fátima-. En julio de 1954 el arzobispo Rigoberto Domenech bendijo las obras del nuevo templo, cuya fachada da a la actual Avda. Goya, 65. En mayo de 1956, siendo ya arzobispo Casimiro Morcillo, se abrió al culto, pero únicamente los domingos. El mismo prelado convirtió la iglesia en parroquia en 1964.- https://www.cormariazaragoza.es/category/abc-de-la-parroquia/. Su territorio fue desgajado de San Braulio y su feligresía se estimaba en 11.000 almas, por lo que tenía derecho a un párroco y cuatro coadjutores (Boletín Eclesiástico Oficial del Arzobispado de Zaragoza 1964, pp. 329-330). En la actualidad, existen dos comunidades, la que atiende la parroquia, con cuatro religiosos, y la dedicada a la casa asistencial claretiana, en la parroquia de san Andrés Apóstol, en el Actur, con siete.

Por la casa de Alagón pasaron muchos religiosos en su periodo de formación, algunos de ellos asesinados en 1936 y beatificados como mártires. También Nicolás García (1869-1950), superior general de la congregación entre 1922-1934 y 1937-1949, y el futuro cardenal Arcadio Larraona (1887-1973), ordenado en Zaragoza en 1911. Los claretianos promovieron la devoción al Corazón de María; así, se publicaron los Estatutos de la archicofradía del Inmaculado Corazón de María (Zaragoza, Mariano Salas, 1896). Un ejemplar se conserva en el Archivo Diocesano de Zaragoza. Esta obra no la cita el mencionado Catálogo Colectivo, que sí menciona los de Lérida, del mismo año, y de Bilbao (1898). En la actualidad tres religiosos atienden pastoralmente Alagón y otras parroquias de la Ribera Alta del Ebro.

Los cordimarianos han dejado huella de santidad con el testimonio de la sangre de sus mártires en Barbastro y Cataluña, dos de los cuales son hermanos, Francisco y Fernando Castán Meseguer nacidos en Fonz en 1911 y 1915 y martirizados en Barbastro y en el Mas Claret, de Sant Pere dels Arquells (Lérida), el 15 de agosto  y el 19 de octubre de 1936, beatificados en 1992 y 2017. En proceso de beatificación está Mariano Avellana Lasierra (1844-1904), natural de Almudévar (Huesca) y misionero en Chile, declarado venerable en 1987. 

Entre los religiosos que alcanzaron el episcopado figuran Leoncio Fernández Galilea (1892-1957), vicario apostólico de Fernando Poo (Guinea Ecuatorial) y obispo titular de Ariaso desde 1935, natural de Tosos (Zaragoza); Antonio María Pueyo de Val (1864-1929), de Monzón (Huesca), obispo de Pasto (Colombia) entre 1917-1929; y el bilbilitano Fernando Sebastián Aguilar (1929-2019), obispo de León, arzobispo coadjutor de Granada y arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela.

En otros campos destacaron el mariólogo Narciso García Garcés, de Ojos Negros (Teruel) (1904-1989), que asistió al Concilio Vaticano II; el predicador,  escritor y arqueólogo Francisco Naval Ayerbe, natural de Olvena (1858-1930) y el propagandista de la prensa católica José Dueso Rins, nacido en Plan (Huesca) (1869-1943), los tres incluidos en el Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de la Historia.

Más reciente es Jorge Ayala Martínez (Corella, Navarra, 1938), profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza y del Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón, estudioso de numerosos aragoneses como Gracián y Miguel de Molinos y autor de la obra Pensadores aragoneses: historia de las obras filosóficas en Aragón (Zaragoza, IFC, 2001).

San Antonio María Claret fundó también las Religiosas de María Inmaculada-Misioneras Claretianas, junto con la venerable Antonia París Riera (1813-1885), las cuales atienden en Zaragoza desde 1961 el colegio María Inmaculada.

Estos misioneros incluyeron la fiesta de la Virgen del Pilar en su calendario litúrgico, con oficio y misa propio en  1918 y difundieron su devoción en sus misiones. Destaca el caso de Guinea Ecuatorial y el trabajo misionero del hermano José Lausín, natural de Ricla (entonces perteneciente  la diócesis de Zaragoza), entre 1886 y 1906, dándose la circunstancia que varias tribus se bautizaron, entre 1894 y 1901, el 12 de octubre.

Para saber más:

  • Fernández, Cristóbal, CMF: “El beato Antonio Mª Claret ante la Virgen del Pilar”, Doce de Octubre 5 (1946), pp. 23-24 (Ese mismo año publicó en Madrid su biografía).
  • Castillo, Juan María CMF: “La Virgen del Pilar en la Guinea española”, ibídem, pp. 106-109.

García, Severiano, CMF: “Los misioneros hijos del Inmaculado Corazón de María por la Virgen del Pilar”, Doce de Octubre 8 (1949), pp. 65-73.

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