El Obispo de Tarazona, Mons. Eusebio Hernández Sola OAR, continúa con la Visita Pastoral al Arciprestazgo de Calatayud que finalizará el 1 de julio.
Entre los días 11 y 13 de mayo varias de las parroquias de la ribera del Perejiles recibieron la gracia de la visita pastoral de nuestro Obispo, don Eusebio. El viernes día 11 don Eusebio se acercó a conocer la parroquia de San Andrés Apóstol de Mara, donde fue recibido por los miembros del Ayuntamiento. En compañía del párroco, don Eusebio visitó las casas de los enfermos y ancianos del pueblo, donde pudo llevar a cada uno una palabra de aliento y la bendición. De vuelta al templo parroquial fue recibido en la puerta por un nutrido grupo de fieles, con los que celebró la Santa Misa. Fue una celebración sencilla y pausada, en la que un grupo de mujeres se ocupó del canto, que sirvió para hacer realidad en torno al Cuerpo de Cristo la llamada a la comunión que traía el Obispo. Tras la celebración, todos los asistentes fueron al casino, donde en un aperitivo pudieron saludar a don Eusebio.
El mismo día, por la tarde, don Eusebio visitó la parroquia de Belmonte. Comenzó esta visita con una oración a los pies de la Virgen del Castillo, en su ermita. A la entrada de la misma le esperaba un grupo de fieles, con los que ya en el interior se detuvo a rezar unos momentos. Don Eusebio aprovechó este momento también para dirigir unas hermosas palabras animando a mantener viva la devoción a nuestra Madre María, recordando incluso como desde niño su madre quiso que llevase sobre el pecho la medalla de la Virgen. Después fue a visitar algunos enfermos, que recibieron con gran cariño esta visita. Ya en la iglesia parroquial de San Miguel celebró la Santa Misa en la que, como hacen siempre, con ilusión cantó el coro de la parroquia. Tras la Misa tuvo un momento de encuentro con los miembros del Ayuntamiento en el espacio dedicado a Baltasar Gracián, en la que pudo conocer la figura de este hijo tan ilustre de Belmonte. La visita concluyó con un aperitivo en el pabellón, que sirvió al pueblo de Belmonte como un momento distendido y alegre para encontrarse con su Obispo.
El sábado día 12 don Eusebio se acercó a Miedes de Aragón. Fue recibido en la iglesia parroquial de San Pedro por los fieles y el Ayuntamiento y, ya en el interior, tuvo lugar una pequeña celebración. Después de esta, don Eusebio visitó a algunos ancianos que ya no salen de su domicilio. El resto de la visita tuvo ya un carácter más solemne y popular al mismo tiempo: el día 12 de mayo Miedes celebra cada año la fiesta de San Alejandro, y esta vez fue el Obispo quien la presidió. Hubo procesión con la imagen del santo a la iglesia del antiguo convento de Concepcionistas, donde se custodian las reliquias del santo, y allí se celebró la Santa Misa. Junto a un gran número de fieles, asistieron a la misma el Ayuntamiento y los miembros de la junta de la Cooperativa San Alejandro, que celebra esta fiesta como suya. Tras el regreso procesional a la parroquia, todos fueron a la sede de la cooperativa en un ambiente festivo y acompañados por la música de una charanga. Ya en la cooperativa, don Eusebio bendijo los términos del Miedes, antes de visitar las estupendas instalaciones. Antes de marcharse, compartió con los vecinos del pueblo un momento muy agradable durante el aperitivo con el que la cooperativa obsequia a los vecinos en este día de fiesta.
El domingo día 13 de mayo, fiesta de la Ascensión, por la tarde don Eusebio se acercó a visitar la parroquia de San Martín de Torres, barrio de Calatayud que por su tamaño y disposición tiene todo el sabor de un pequeño pueblo. Al llegar fue recibido en la puerta de la iglesia parroquial por un numeroso grupo de fieles y el alcalde pedáneo. Con ellos celebró la Santa Misa de la Ascensión, en una ambiente sencillo y recogido. Y al terminar, acompañado por todos ellos marchó al pabellón, donde fue obsequiado con una merienda, momento que resultó de muy agradable diálogo.
Don Eusebio vino a estas cuatro parroquias con el Pastor que visita a los suyos, con un mensaje de comunión y una llamada al amor fraterno, que repitió en cada una de las celebraciones que presidió. Por su parte, fue recibido por los fieles de cada parroquia con auténtica veneración y mucho cariño. Las palabras con las que una anciana le recibió al entrar en su casa pueden servir de perfecto resumen: “es Dios que ha venido a verme”. Realmente las gentes sencillas de estos pueblos han sabido ver en su Obispo a aquel que viene en el nombre del Señor.
El obispo de Tarazona también estuvo en la fiesta del Cristo de Ribota que tuvo lugar el 1 de mayo y donde celebró una eucaristía al aire libre, tras la cual bendijo los campos. También participó en la procesión en la que se porta la Veracruz. El Cristo de Ribota es muy venerado por la gente del campo.
Otra de las visitas que ha realizado D. Eusebio ha sido a la parroquia del Santo Sepulcro de Calatayud donde ha visitado enfermos, ha estado con los feligreses y ha oficiado distintas celebraciones.
