Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado

Carlos Escribano Subías
27 de septiembre de 2024

Este domingo, 29 de septiembre, la Iglesia celebra la 110 Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. Una jornada instituida en 1914 y que en la actualidad se nos presenta como una ocasión para expresar nuestra preocupación por las muchas personas vulnerables que se desplazan; para rezar por ellas mientras afrontan numerosos desafíos; y para sensibilizar sobre las oportunidades y retos que se suscitan con las migraciones y con las personas migrantes.

El lema elegido para esta Jornada es “Dios camina con Su pueblo”. Así, el Papa Francisco en su mensaje para este año, al recordarnos esa cercanía de Dios con todos sus hijos, nos despierta la conciencia para constatar ese vínculo de amor y ternura que Dios establece con nosotros y nos invita a profundizar en el don de la catolicidad. Como expresa el Papa: “la realidad fundamental del éxodo, de cada éxodo, es que Dios precede y acompaña el caminar de su pueblo y de todos sus hijos en cualquier tiempo y lugar. La presencia de Dios en medio del pueblo es una certeza de la historia de la salvación: «el Señor, tu Dios, te acompaña, y él no te abandonará ni te dejará desamparado» (Dt 31,6)”. Esa iniciativa divina es descubierta por los propios emigrantes que, en palabras del Papa, “experimentan a Dios como compañero de viaje, guía y ancla de salvación. Se encomiendan a Él antes de partir y a Él acuden en situaciones de necesidad. En Él buscan consuelo en los momentos de desesperación. Gracias a Él, hay buenos samaritanos en el camino. A Él, en la oración, confían sus esperanzas”. En definitiva, “Dios no sólo camina con su pueblo, sino también en su pueblo, en el sentido de que se identifica con los hombres y las mujeres en su caminar por la historia ?especialmente con los últimos, los pobres, los marginados?, como prolongación del misterio de la Encarnación”.

El trasfondo de esta reflexión del Papa, está también en la reciente Exhortación pastoral de la Conferencia Episcopal Española, “Comunidades acogedoras y misioneras. Identidad y marco de la pastoral con migrantes”. En ella se recoge una descripción de la situación actual de la migración, de sus causas y consecuencias y de la implicación que esta tiene en la vida de la sociedad y de la Iglesia en España. Apelando a la propia catolicidad de la Iglesia se nos invita a iniciar un proceso de conversión personal y pastoral con el fenómeno de la migración y con las personas migrantes. Esa conversión debe llevarnos más allá de lo que pueda ser una pastoral “para” migrantes para llegar a una pastoral “con” migrantes, pues en muchos casos ellos, con el paso del tiempo, están enriqueciendo y sosteniendo nuestras comunidades. En próximas fechas, tendremos la oportunidad de conocer más en profundidad esta Exhortación en una presentación del documento organizada por nuestra Delegación diocesana de Migraciones.

Os animo a vivir esta Jornada con espíritu fraterno y redescubrir esa presencia del Señor que camina con Su pueblo en la vida de todos y, especialmente, en la vida de tantos migrantes y refugiados que se ven sujetos a momentos de un intenso sufrimiento.

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