El Obispado de Barbastro-Monzón invertirá este año 777.733 euros en iglesias, templos y ermitas diocesanas, atendiendo a criterios pastorales, artísticos y de urgencia. Como explica el responsable de Patrimonio y vicario general, Ángel Noguero, “nuestra prioridad es atender a las personas y consideramos los criterios pastorales. Además, tenemos en cuenta el valor artístico del inmueble y, por supuesto, la urgencia de la intervención. Si un edificio se desploma o hay riesgo, se interviene de inmediato”. El compromiso, detalla, “es dejar el patrimonio mejor de lo que lo encontramos. Nosotros pasaremos, el patrimonio continuará”.
Con ese punto de partida, a las necesidades de rehabilitación o mantenimiento de ese patrimonio diocesano se destina una media del 20 por ciento del presupuesto anual. En 2024, por ejemplo, serán 500.000 euros de un presupuesto que asciende a 2.780.000 euros. “Hacemos un gran esfuerzo”, subraya la ecónoma diocesana, Marta Calavera, pero apostamos por conservar y mantener nuestro patrimonio, y ponerlo al servicio del territorio. Y eso sin contar con otro esfuerzo, más grande o más pequeño, que hacen las parroquias”.
Este año, por primera vez, los tres obispados de la provincia de Huesca han firmado sendos convenios con la Diputación Provincial y el Gobierno de Aragón para el patrimonio religioso. Cada uno de los convenios suma 260.000 euros (DPH y Obispado, 100.000; Gobierno de Aragón, 60.000), que en el caso de Barbastro-Monzón se destinará a actuar en las iglesias de Santoréns (62.659,85 €) y Merli (84.508,59 €), la torre de Baells (52.916,74 €) y la ermita de San Ramón de Barbastro (59.914,82 €)
Además, en 2024 se están ejecutando o se van a ejecutar exclusivamente con fondos propios obras en las iglesias de Renanué (6.050 €) y Senz (9.559 €), y en el alero del Palacio Episcopal, sede del Museo Diocesano, con una inversión de (104.206,98 €). Pero también se van a acometer otras ejecuciones con colaboración económica de los ayuntamientos en cuyos municipios están los inmuebles.
Es el caso de Torrelabad -una obra ya concluida con una inversión de 94.751,52 €, de los que el Ayuntamiento de Graus ha aportado 17.500-, Banastón – en una actuación de urgencia por el hundimiento del tejado, por un importe de 66.725,82 € de los que el Ayuntamiento de Aínsa aporta el 50%- o las campanas de Montanuy (11.897,93 €, 7.138,76 € de su Ayuntamiento) y la iglesia de Aneto, con una actuación de 123.900,19 € de los que el consistorio de Montanuy aporta 74.340,11 €
“En total, vamos a ejecutar 677.091,44 € de inversión, de los que el Obispado aportará 384.749,66 € y otras administraciones, 292.341,78 €”, detalla la ecónoma, que añade que hay otras obras con las que colabora el Obispado pero coordina y ejecuta una parroquia. En este ejercicio, esas aportaciones suman algo más de 100.000 euros que se han repartido entre Estadilla (55.000,00 €), Torrente de Cinca (5.243,22 €), Zaidín (4.000), Laguarres (5.696,50 €), Chalamera (13.015), Virgen de la Peña (10.000), Tierrantona (3.811,50 €) y Bisaurri (3.879,00 €).
“Si se suma las aportaciones a las parroquias con las ejecuciones directas del Obispado, estamos en 777.733 euros”, resumió Calavera, que aportó un cuadro de las inversiones realizadas desde el año 2018 hasta 2023, por un importe cercano a los dos millones de euros. “Se intenta llegar a todo lo más que se puede, con más o menos presupuesto, y hay que destacar estos últimos años las aportaciones de ayuntamientos como Hoz de Barbastro o Montanuy, que colabora mucho con nosotros”, añadió.
En este sentido, subrayó la importancia de la iniciativa ciudadana arropando la labor parroquial, como ocurrió en la iglesia de san Pedro Apóstol de Binéfar o está pasando ahora en Selgua, cuyos vecinos realizan rifas y lotería para colaborar con el arreglo de su iglesia. “Esto, además, responde a la corresponsabilidad y auto sostenimiento al que estamos llamados los fieles”, puntualizó. Para el responsable de Patrimonio, “ante las goteras o cualquier otro deterioro, tenemos que buscar soluciones. Debemos preservar el legado que hemos recibido”. Un legado que, además de un uso pastoral, también lo tiene cultural y turístico.
Finalmente, la ecónoma reconoció la labor de los Amigos del Museo y, de forma específica, la colaboración del Ayuntamiento de Barbastro que este año, por ejemplo, ha ayudado a la compra de un mueble para guardar la magnífica colección de tejidos del Museo. Pero, de forma específica, ese agradecimiento quiere reconocer “el compromiso del Ayuntamiento con el Plan Director de la Catedral, que ya estamos actualizando, y que servirá para poder hacer las obras que está necesitando este edificio”.